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León y su épica victoria sobre Cruz Azul bajo un aguacero de leyenda

El día que el Club León eliminó al superlíder Cruz Azul para enfilarse al título de Liga MX

Escrito en LEYENDAS el

La historia del Bicampeonato verdiblanco en 2014 fue singular, pues fue precedida de derrotas que curtieron a jugadores y afición, hasta, por fin, concretar la hazaña en Liguilla. 

En una serie en la que llegó como víctima, la Fiera afiló las garras y devoró por completo las esperanzas de un superlíder Cruz Azul que, por enésima vez, saboreó el amargo sabor de la derrota con un partido que quedó para la historia.

León como víctima de La Máquina

Con 36 puntos y sólo tres derrotas en todo el certamen, La Máquina de la Cruz Azul que era dirigida por Luis Fernando Tena, llegaba como auténtica favorita para sobrepasar, sin problema alguno, a los esmeraldas del León en esa serie de 4tos. de final del Clausura 2014. 

Y es que los de Gustavo Matosas clasificaron a Liguilla por una combinación de resultados en el último suspiro del torneo regular y aunque eran los campeones reinantes, no se avizoraba gran cosa en Fase Final. 

A pesar del empate en la Ida por la mínima, los cementeros seguían como favoritos por ser de los mejores locales del torneo con seis triunfos, un empate y una derrota. Todo estaba puesto para una tarde de fiesta en el estadio Azul. 

Dos baldazos de agua fría en el Azul

Aquel sábado 3 de mayo del 2014, la lógica parecía imperar en los primeros minutos del partido: un Cruz Azul apabullante que avanzaba sin problemas a semifinales. 

La tranquilidad del local se ejemplificó en el primer gol con un pase filtrado de Gerardo Torrado al movimiento de Mauro Formica, quien dentro del área, estrelló su disparo en William Yarbrough, situación que dejó pleno a Mariano Pavone para poner a bailar las redes.

Una anotación que relajó a los cementeros, quienes acrecentaron su ventaja nueve minutos después, a los 21 de partido, con el gol de Formica a remate cruzado tras entrar caminando al área. 

Los esmeraldas fueron superados por los cementeros en los primeros minutos.

Dos baldazos de agua fría para un León que se estaba viendo muy superado por el futbol del superlíder. 

El equipo de Matosas equería entonces al menos empatar el duelo a 2, pues con ello avanzaría por goles de visita.

El inicio de la proeza

Faltando cinco minutos para el final del primer tiempo, la esperanza fue devuelta en la afición panza verde con un golazo que firmó la leyenda Mauro Boselli, pues una triangulación perfecta entre Eisner Loboa y Edwin Hernández culminó con la anotación del nueve argentino. 

Fue un zarpazo esmeralda que le devolvió vida a Matosas y su cuerpo técnico para planificar, en la segunda mitad, el batacazo final para seguir vivos en el sueño del Bicampeonato. 

El león se resistía a ceder su trono y, fiel a su estilo aguerrido, no dejaría de luchar hasta no haber logrado su cometido. 

Mauro Boselli revivió al Club León.

El zarpazo definitivo

Las gotas de lluvia se esparcieron por las casacas y los botines de los 22 jugadores que disputaban cada balón en un rectángulo verde que comenzaba a dañarse por un torrencial aguacero. 

En medio de un diluvio incesante, la Fiera rugió de manera sonora e imponente con el gol de Luis Montes cerca de la sonrisa del área; una sonrisa que fue sinónimo de algarabía en el aficionado verdiblanco luego de un momento de suma tensión y nerviosismo, esto, al ver un esférico que entró llorando al fondo de las redes.

Los felinos estaban dando el batacazo, y es que con el 2-2 parcial, el marcador global dictaminó un 3-3, obligando a los cementeros a buscar la anotación del desempate por los dos goles de visitante. 

En medio del diluvio, León silenció el Azul.

La maldición cementera

Ese fantasma que atemorizó por muchos años al cuadro de La Noria se hizo presente aquella noche sabatina de lluvia incesante en el estadio Azul

La grandeza cementera fue devorada por una Fiera que supo sobrellevar las condiciones del partido, creyente quizás, que lo de la Máquina, era cuestión de algo sobrenatural. 

El diluvio jamás se fue. El cielo lloró por una máquina que sufrió dos remates al poste en los últimos minutos del partido. Ni Christian Giménez, ni Gerardo Torrado, ni Marco Fabián, ni mucho menos Joao Rojas, pudieron evitar la tragedia. 

El domador ganó la batalla

Gustavo Matosas impuso condiciones con la bravura característica de su Fiera. Cambios tácticos como el de Eisner Loboa por la derecha y Luis Montes jugando más adelantado, fueron determinantes para ganar una batalla aguerrida sobre el medallista olímpico Luis Fernando Tena. 

El domador de la Fiera supo como mantener estoico a un León herido, porque un felino golpeado en el orgullo es doblemente peligroso y muestra de ello es esta remontada en el mismo partido. 

Yarbrough representando la algarabía de toda la afición leonesa.

Quizás apelando a lo sobrenatural, pero al mismo tiempo en la mística propia, Club León dio un auténtico batacazo, en un parteaguas para una historia escrita con letras de oro dos semanas después, con la obtención del Bicampeonato en el estadio Hidalgo.

Volverse a encontrar

Ocho años, cinco meses y cinco días después, Cruz Azul y León se volverán a ver las caras en un duelo a matar o morir. 

Como en aquella noche del 3 de mayo del 2014, en la fase de reclasificación no existe otra palabra más que la de "ganar" y, en vísperas de un nuevo mundial, quizás el destino pueda presagiar otra noche mágica en la historia esmeralda.

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