Era el torneo corto número 50 en la historia del futbol mexicano y el Club León se encontraba en la etapa final de la era Marcos Ignacio Ambriz, una donde se logró la octava estrella de la institución con un futbol práctico y demasiado vistoso.
Sin embargo, nada en la vida es eterno, y aquellos tres años de consistencia futbolística, tuvieron un amargo final.
Mazatlán fue el responsable del sollozo esmeralda, con un partido que rompió por completo una relación que, de manera extra cancha, ya estaba deteriorada.
¿Cómo llegó León a este juego?
Aunque en Liga MX la clasificación directa seguía latente con 23 puntos, la debacle en el rendimiento esmeralda era notorio y todo se agudizó con la dolorosa eliminación ante Toronto FC en Concachampions.
El marcador de 2-1 en suelo estadounidense tocó fibras sensibles al interior del equipo, pues en medio de un ‘estira y afloja’ en la renovación de Ambriz, esta segunda eliminación consecutiva en CONCACAF poco ayudó en esta situación.
Por esta razón, el final se acercaba cada vez más.
Un inicio tranquilo
Los leoneses visitaron la Perla del Pacífico luego de una victoria ante FC Juárez que poco aminoró las cosas, por lo que el partido ante los bucaneros, era vital para desechar las dudas por completo.
Eso lo entendió muy bien el plantel con un inicio bastante tranquilo, pues Luis Montes abrió el marcador a los diez minutos con un cabezazo certero, esto en respuesta al centro de Víctor Dávila por derecha.
18 minutos después, el mismo chileno aumentó la ventaja de los Verdes con un disparo desde fuera del área que fue directo al poste derecho de Nicolás Vikonis.
En un abrir y cerrar de ojos
Un viejo adagio futbolero establece que el 2-0 es el marcador más engañoso que puede existir, y esto quedó ejemplificado aquella noche de viernes terrorífica para los de Ambriz.
Michael Rangel acortó distancias a dos minutos del descanso y Giovanni Augusto firmó el empate apenas a los nueve minutos de la segunda mitad.
La Fiera estaba aturdida y no supo cómo responder ante un ambiente intenso y ensordecedor desde las butacas del apodado ‘Kraken’.
El rompimiento de la era Ambriz
El felino se durmió y el Kraken aprovechó para devorarse todo lo que encontró en su camino. Con una intervención más de Augusto y Rangel, Mazatlán sentenció una remontada heroica en su estadio que los motivó a soñar con la primera liguilla de su historia.
Aunque Ángel Mena anotó la tercera anotación sobre el final, el mal ya estaba hecho y León sumó su séptimo descalabro de la campaña con una exhibición que reflejó un claro deterioro de la era Marcos Ignacio Ambriz.
El amargo final
Aunque ganaron en su último partido de la fase regular ante Gallos Blancos, Ambriz se despidió con una dura eliminación ante los Diablos Rojos del Toluca en el repechaje.
Sin siquiera poder disputar una última Liguilla, la era dorada del ex domador de la Fiera tuvo un amargo final, y aunque de manera oficial se catalogó esa derrota ante Toluca como su último partido, aquella relación se rompió por completo en esa amarga noche del viernes 23 de abril.