Desde el regreso de los esmeraldas del León al máximo circuito, los encuentros ante las Chivas Rayadas del Guadalajara han sido de los más pasionales, ya sea en el Nou Camp o en el Estadio Akron.
Un claro ejemplo se vivió en el Apertura 2012, cuando los Verdiblancos vivían su primer torneo de Primera División tras 10 años de ausencia y recibieron al club tapatío en uno de los duelos con más convocatoria en el “Glorioso”.
La pasión se desbordó y ante la falta de seguridad a los alrededores del estadio, las trifulcas no se hicieron esperar entre las dos aficiones.
El contexto futbolístico de León y Chivas
Las dos escuadras con pasos contrastantes uno del otro, pues por una parte, los Verdes dirigidos por Gustavo Matosas acumulaban cuatro victorias, un empate y sólo dos derrotas; caso contrario a los Rojiblancos, quienes tenían una cosecha de tres derrotas, tres empates y solamente una victoria.
Aunque los jaliscienses no marchaban bien, el apoyo de la afición tapatía siempre estuvo latente y la visita a León no fue la excepción, con una asistencia considerable a la capital del calzado.
La trifulca antes del cotejo
Horas antes de disputarse las acciones en el Nou Camp, los ánimos se calentaron a kilómetros del recinto, cuando aficionados rojiblancos arribaron a la ciudad guanajuatense.
Rumbo al estadio, uno de los autobuses con aficionados de Chivas se detuvo en un depósito de cerveza, en pleno barrio bravo de San Miguel.
Supuestos aficionados del León se enfrascaron en una bronca con los fanáticos de Chivas y el camión quedó sumamente dañado, con todos los vidrios rotos y para colmo, luego se dieron detonaciones de bala en frente del conocido Parque del Árbol, con saldo de un aficionado de Chivas herido.
Ánimos calientes durante y después del partido
Todavía al interior del estadio se desataron conatos de bronca entre las dos aficiones, en un duelo que quedó manchado por lo sucedido tanto dentro, como fuera de las gradas, aunque la violencia aumentó con el silbatazo final.
El Rebaño Sagrado le sacó el resultado a León por marcador de 2-1 viniendo de atrás con un hombre menos en el terreno de juego, situación que caldeó los ánimos a las afueras del estadio.
La violencia siguió en aumento entre oficiales de seguridad y las porras de los dos equipos, teniendo como saldo varios heridos producto de patadas, puñetazos, pedradas y hasta un atropellado.
Se la cobraron en Guadalajara
Al torneo siguiente, en el Clausura 2013, la violencia fue mucho mayor a las afueras del ahora Estadio Akron, pues resultaron varios aficionados esmeraldas lesionados.
Además, tras el partido que ganó la causa rojiblanca 2-1, uno de los camiones que transportaba a los aficionados verdiblancos fue totalmente destrozado, teniendo como consecuencia a varios heridos que fueron atendidos por paramédicos en las inmediaciones del Akron.
