Lo que debes saber:
Se cumple una década del último partido que Gustavo Matosas dirigió en el Club León. ¿Quién ganó y quién perdió?
En noviembre de 2014, justo hace 10 años, Gustavo Matosas alzó los brazos, bajó la mirada, recorrió el césped sagrado del Nou Camp y escuchó por última vez la ovación de su afición.
Pocos esperaban que la noche de aquel sábado, tras el empate sin goles entre León y Puebla, marcaría el adiós definitivo de Matosas de la Fiera, esa que el uruguayo rescató de las cenizas hasta comandar al mejor equipo del futbol mexicano.
Una semana después de aquella despedida de la afición, ya el 21 de noviembre, Matosas y su León cayeron ante Xolos en Tijuana y se firmó el adiós definitivo. No hubo vuelta atrás y, con los sucesos de los años siguientes, es muy probable que el uruguayo nunca vuelva a sentarse en el banquillo que hizo tan suyo.
La leyenda de Matosas
Matosas llegó al León para el Clausura 2012, con el León aún en Primera División A.
Es mítico aquel torneo. De enero a mayo sólo perdió un partido, en la ida de la final de ascenso ante Correcaminos. Su León se desquitó con un 5-0 en la vuelta y así el grito de “¡Vamos a volver!” se convirtió en una preciosa realidad, coreada por miles en el Nou Camp y cientos de miles en toda la ciudad.
Tras sorprender en el Apertura 2012, llegando hasta semifinales y echando en el camino a Cruz Azul, León batalló en el Clausura 2013, sin asomarse siquiera a la Liguilla.
Repuntó, y de qué forma, en el Apertura 2013, culminado con el Aztecazo que le dio al León su sexta estrella, a costa del América y con un global de 5-1 (hasta ese único gol americanista, en realidad fue esmeralda, pues fue un autogol de Nacho González…).
León repitió en el Clausura 2014, con un Bicampeonato contra todas las suspicacias, venciendo a los “hermanos” Tuzos del Pachuca en su casa y frente a Jesús Martínez Patiño, Carlos Slim y varios personajes más.
El inesperado adiós de Gustavo Matosas
La expectativa para el Apertura 2014 era pelear otra vez por el título y más luego de visitar al Barcelona de Messi, Suárez y Neymar en la disputa por el trofeo Joan Gamper. El 6-0 de aquel duelo dolió entre muchos, pero apenas si generó apuración.
Sin embargo, el equipo cayó en un bache de malos resultados, sumando en las 10 primeras jornadas únicamente nueve puntos.
Aunque cerca del final del torneo, Matosas ya le había notificado al club su renuncia por los malos resultados, la directiva decidió no aceptarla, ya que tenía la plena confianza de los jugadores y cuerpo técnico para poder remontar.
La victoria de 4-0 sobre Atlas encendió la luz, pero el empate sin goles en casa ante Puebla, el sábado ocho de noviembre, supo a despedida.
Esa noche, la afición ovacionó al uruguayo, acostumbrado a cruzar el campo tras cada juego, aunque ese adiós se sentía especial.
Los últimos 90 del domador
Con todo y un panorama complicado, León llegó vivo a la última jornada del torneo.
El 21 de noviembre, tenía la obligación de ganar en casa de los Xolos de Tijuana y luego esperar resultados para meterse a la Liguilla.
Unos días antes del juego, Matosas declaró que la eliminación marcaría su adiós al banquillo esmeralda, aunque ni la directiva, ni la afición tomaban sus palabras como definitivas, pues el respeto a su trabajo aún era mayúsculo.
Para mala fortuna de las aspiraciones esmeraldas, un gol de cabeza de Dayro Moreno al minuto 15 abría el marcador a favor de Tijuana. Minutos después, tras una escapadas por la banda de Ruiz, Nacho González vio su segunda amarilla en el duelo y se fue pronto a las regaderas.
Pese a ello, León empató con un autogol de Salas, al minuto 68, resultado que enviaría a la Fiera a la Liguilla.
Sin embargo, al minuto 71 Jonny Magallón repitió la acción del empate, empujando el balón a la portería del vencido Cristian Martinez, para poner en ventaja de nueva cuenta a los Xolos. Las aspiraciones murieron definitivamente cerca del final, con un gol cortesía de Darío Benedetto.
Mauro Boselli puso el 3-2 definitivo, pero la Fiera terminó el juego en la décima posición, ya sin posibilidades de escalar.
“Me voy eternamente agradecido, hice muchos amigos. Me duele el corazón, pero me tengo que ir”, publicó Matosas días después en sus redes sociales.
Cumplió el aviso de renunciar a la Fiera y pronto fue presentado como entrenador del América, aunque desde entonces, su carrera extrañó el calor y los éxitos que cosechó en León.




