Junio de 1999. El Club León navega en la Primera División y aunque no es protagonista de las Liguillas, al menos se siente seguro de su permanencia y hasta puede celebrar el éxito de su hermano menor, el Unión de Curtidores, que acaba de ascender.
Pero en unas horas, todo se tuerce. Durante dos semanas, el León desaparece el futbol mexicano y sólo la protesta de su afición lo "resucita".
Al final de la historia, al final de los días más tormentosos en la historia de la Fiera, León salva la vida y quien "muere" es el Unión de Curtidores, convertido en la franquicia del Puebla, curiosamente el rival al que enfrentarán los Verdes en la Liguilla del actual Torneo de Apertura 2021.
Jueves 17 y viernes 18 de junio: Comienzan los rumores de la venta
En aquel 1999, el Club León está bajo el mando de Valente Aguirre, un exitoso empresario inmobiliario que se da el lujo de tener a la Fiera y revivir al Unión de Curtidores, que protagoniza la Liguilla de la Primera División A.
A escasos días de disputar el juego de Vuelta ante Venados de Yucatán, serie que el Unión aventajaba por 2-0, los rumores comenzaron con un asedio interminable para Valente Aguirre, por la presunta venta del Club León o quizá del Curtidores, si lograba ascender.
Varias veces, Aguirre desmintió las versiones. En contraparte, Alfredo Domínguez Muro, entonces periodista de Televisa, le comentó a Periódico A.M que la transacción ya estaba hecha y el Club León sería vendido a empresarios jaliscienses.
"Valente Aguirre lo niega. El que yo me haya enterado ya me causó problemas con Valente, porque le descubrí la operación. Dice que no es cierto, pero ya está (la operación) cerrada. Lo sé de primera mano".
Valente respondió que la versión era simplemente para desestabilizar a la institución verdiblanca.
"Son rumores que algunos medios de comunicación, en particular Televisa, sueltan para desestabilizar a la institución".
Domingo 20 de junio: Unión de Curtidores regresa al máximo circuito
En lo deportivo, aquella tarde calurosa del domingo 20 de junio, la ciudad de León fue toda una algarabía con el regreso del Unión de Curtidores al máximo circuito, tras finiquitar la serie por el Ascenso ante Venados de Yucatán, con una goleada global de 7-1.
No sólo era la ciudad leonesa que imponía condiciones en Primera División, pues con el regreso cuerero, eran ya tres clubes guanajuatenses dentro del balompié azteca, uniéndose al Club León y Atlético Celaya.
Lunes 21 de junio: Se confirma la venta del Club León al Puebla
Sólo pasaron 24 horas para que el panorama cambiara de forma drástica y lúgubre para la afición: Se hizo oficial la venta del Club León.
¿Los compradores de la franquicia? Francisco Bernat y Enrique Regordosa, empresarios que adquirieron al cuadro esmeralda por seis millones de dólares con la misión de retener a La Franja del Puebla, pues era el equipo recién descendido a la Primera División A.
El trato era tan real que se comenzó a desmoronar el cuadro verdiblanco con las bajas de Ángel David Comizzo, Everaldo Begines, Jaime Ordiales y Ricardo Cadena, adquiridos por el Unión de Curtidores.
El plan de Aguirre era vender al León y quedarse con el Unión de Curtidores en la ciudad, con lo que esperaba la afición estaría tranquila al conservar el futbol profesional en el Nou Camp, sin importar los colores.
Martes 22 de junio: La histórica marcha en Palacio Municipal
La controversia de la venta fue tanta, que hasta personajes políticos, como la regidora priísta Bárbara Botello y el alcalde de la ciudad, Jorge Carlos Obregón, expresaron su sentir sobre esta decisión.
El enojo fue tanto de la afición panza verde que se hicieron sentir desde el Arco de la Calzada hasta Palacio Municipal con una marcha de miles, impulsada por ex jugadores como Antonio Battaglia y ex directivos, como el doctor Primo Quiroz. Todo para retener al cuadro esmeralda en León.
"La venta del Club León es un acto de traición y de inmoralidad por parte del señor Valente Aguirre", fueron las palabras del histórico doctor Primo Quiroz.
Una marcha que aglomeró aproximadamente a 3 mil personas, donde el aficionado esmeralda se hizo sentir por el amor al equipo de su vida.
"Con esto (la venta) vemos que el dinero lo mueve todo y la única perjudicada es la afición".
Pancartas en las cuales mostraron su enorme enojo, incluso hasta una playera quemada de la escuela propiedad de Aguirre llamada "Centro Estudios Computacionales de León"; todo esto, provocó la promesa de Jorge Carlos Obregón de mantener al cuadro leonés.
Miércoles 23 de junio: Fichaje bomba en medio de la polémica
En medio del escándalo en el Bajío, los directivos de cada club mexicano, así como los principales hombres de la Federación, estaban en el Draft en Ixtapa, Zihuatanejo.
De hecho, Curtidores fue noticia nacional al comprar la carta del argentino Héctor Adomaitis, figura del Cruz Azul que llegaba con la etiqueta de "bomba" al equipo cuerero.
En Ixtapa, parecía que la manifestación no había surtido efecto alguno y la venta del Club León, estaba más que finiquitada.
Jueves 24 de junio: La esperanza renació de la penumbra
Pero así como llegó la mala noticia, también en horas se vio algo de luz.
De un día para otro, el club esmeralda revivió de las cenizas con una noticia que impactó nacionalmente: el Club León se quedaba en la ciudad.
Jorge Carlos Obregón, entonces alcalde de León, tomó un vuelo hasta Ixtapa y se reunió con el directivo poblano, Francisco Bernat; el secretario de Gobierno de Guanajuato, Ramón Martín Huerta, y el empresario Valente Aguirre.
Fueron cinco intensas horas de negociación donde se confirmó la estancia del cuadro Verde en la "Capital del zapato", aunque como tal, las cifras no se dieron a conocer. Se mencionó que la compra del equipo sería de empresarios leoneses comandados por Roberto Zermeño.
El objetivo de la negociación fue claro: convencer a Valente de vender no la franquicia del León, sino la de Curtidores, y así conservar la historia de la Fiera.
Viernes 25 de junio: La marcha Curtidora y el precio que aumentó
Desde León, la afición de Unión de Curtidores hizo un último intento por mantener al equipo en León con una marcha en Palacio Municipal, pero sin obtener respuesta alguna de los directivos o autoridades.
En contraparte, Valente y Roberto Zermeño comenzaron a negociar la comprar-venta de la franquicia del León, con un precio que inició en los 6 millones de dólares y se disparó a los 15, por lo que la negociación se alargó semanas.
El desenlace "feliz"
Aunque el acuerdo estaba prácticamente cerrado, un toma y daca comenzó entre Valente Aguirre y Roberto Zermeño.
Fue un auténtico estira y afloja entre los dos empresarios, en los que se fijaron plazos que no fueron cumplidos, llegando incluso a una presión asediante por parte de Aguirre Meza, quien trató de acelerar el proceso sentándose con empresarios de Durango por un presunto interés en la franquicia del León.
El inicio del final se dio el 30 de junio de 1999, cuando se oficializó que Unión de Curtidores desaparecía del Futbol Mexicano luego de una pérdida de derechos de afiliación, para convertirse en el Puebla.
En el otro frente, el sábado 10 de julio se cerró por completo la compra del Club León por Roberto Zermeño.
Cinco días después, el Estadio León le fue entregado a Zermeño, lo que inició una nueva "novela" en torno a la Fiera, aunque el objetivo primordial se cumplió: salvarle la vida a un León que como nunca, estuvo cerca de desaparecer.