El León recibirá este martes a un Monterrey al que no habíamos visto, en mucho tiempo, navegar a la deriva envuelto en una crisis como la que vive en estos momentos.
Los Rayados llegan al Glorioso con mucha pena y ya sin Javier Aguirre. Lo del "Vasco" era insostenible. La derrota ante el San Luis en el mismo Gigante de Acero resultó la gota que quebró el vaso.
Los del norte suman cinco puntos en cinco partidos, teniendo pendientes duelos contra Toluca y Juárez por el paseo que se dieron al Mundial de Clubes.
Precisamente esta raquítica participación fue duramente criticada y enardeció a la afición regiomontana.
Con Aguirre se tenía la esperanza de mucho, pero mucho más. Llegó a dos Liguillas, sin embargo, su efectividad apenas rebasó la medianía en cuanto al porcentaje de puntos cosechados en 42 partidos en el banquillo rayado.
Hoy vemos una tabla general extraña con Monterrey, América y Santos, equipos siempre protagonistas que hoy ocupan las últimas tres posiciones.
La Fiera se ha distinguido, por coincidencias del destino futbolero o por cualquier otra causa que le quieran poner, en un levantamuertos por exclusividad.
Esta historia se ha repetido varias veces, siendo la Fiera un escalón para que varios equipos retomaran oxígeno. Así recordamos pasajes del equipo verdiblanco contra Atlas, Puebla, Santos, Chivas y hasta con equipos que ya no existen como Jaguares y Lobos BUAP.
El valor de la plantilla del Monterrey es el doble a lo que tasan por el León, pero hoy en la tabla la Fiera tiene más del doble de puntos que los regios.
El León saltará al césped del Glorioso como claro favorito para derrotar a los Rayados, circunstancia que debe plasmarse en tres puntos.
Hace cuatro años solo hablábamos del temor que era enfrentar a Rayados. Derrotas, goleadas y hasta técnicos que entre líneas daban por perdido enfrentar a los regios. Tan es así que del Apertura 2015 al Apertura 2018 no hubo una sola victoria del León sobre Monterrey en la Liga.
Sin embargo, desde 2019 la historia ha cambiado. En los últimos seis juegos el dominio se ha tornado esmeralda, siendo 11 de los 18 puntos disputados para el cuadro esmeralda. Tres victorias y dos empates por un solo triunfo de la antes llamada Pandilla.
El León llega a la jornada 8 después de haber derrotado al Necaxa, un hijo que tiene en la Liga al vencerlo por novena vez consecutiva. Y si bien podemos decir que la estadística se pierde cuando suena el silbatazo inicial, el momento futbolístico debe prevalecer.
León no ha plasmado un estilo que aniquile a los rivales, uno en el que sea un claro mandón en la cancha, pero la inercia indica que avanza con cuatro victorias seguidas entre Liga y Concacaf.
Esta vez contra Monterrey no debe dejar lugar a la reacción, al revulsivo natural que experimenta un equipo cuando el técnico se va y toma uno nuevo el mando. Al contrario, a los Esmeraldas les llega la oportunidad de recrudecer la crisis del rival en turno, un sentimiento de lo más futbolístico que existe.
Fiera, no levantes muertos. Sería inaceptable.