La cosa sigue complicada en territorio esmeralda. Al León de Renato Paiva los resultados no se le dan, y más preocupante aún, ha dejado de funcionar, convirtiéndose en un equipo sin pies ni cabeza.
A evitar la goleada
Para enfrentar a Santos en su casa, y tratando de evitar otra goleada, Renato Paiva decidió jugar con línea de cinco. Al menos de arranque, y bajo este esquema, La Fiera mostró mayor orden atrás, y a diferencia de lo ocurrido ante Monterrey y Mazatlán, “solo” recibió un gol en el primer tiempo.
Pero los cinco hombres atrás no sirvieron más que para evitar un marcador abultado. Los errores defensivos continúan, y los laterales que no saben marcar, también. Santos solo requirió dos goles para quedarse con los tres puntos. No se necesita más ante un rival que no se sabe defender y ataca poco.
Chatos al ataque
Adelante, el León perdió profundidad, y las llegadas fueron escasas. Lo único para contar fue el disparo de larga distancia de Fidel Ambriz para el 0-1, aunque el gusto haya durado poco debido a las desatenciones atrás.
Y en el afán de defenderse mejor, se le acabó la vocación ofensiva a La Fiera. Las goleadas recientes hicieron que los Verdes se mostraran precavidos en tierras laguneras, y se notaban más preocupados en que no les anotaran, dejando los intentos al frente para mejor ocasión.
Paiva mandó una doble contención, pero la media cancha leonesa nunca tuvo posesión del esférico y fue incapaz de construir al frente. Mena y Moreno no pesaron en sus labores como volantes, y Di Yorio sigue muy aislado adelante. Y como el medio campo no funcionó, el equipo leonés se volvió largo, abusando de los balonazos al frente y esperanzado a alguna individualidad.
Caminando y sin ideas, el León fue incapaz de generar algo sobre la meta de Acevedo, haciendo de la remontada algo impensable.
El panorama para La Fiera luce muy negro.