León.- Este Joel Campbell es distinto. Llegó al cuarto para la hora, reingresó al plantel esmeralda con calzador, con dudas. Que si se queda, que si no…
Hoy el tico se ha ganado la titularidad a pulso. Estamos conscientes que esa decisión la toma Paiva, pero el que hoy no lo incluya en el once inicial sería cuestionable.
Joel Campbell llegó en 2019 por primera vez a las filas leonesas con mucha expectativa. Fue parte del León rompe récords del Clausura de ese año, torneo en el que le vimos más a flote sus cualidades.
Sin embargo, era el Campbell que, aunque no mereciera ser sacrificable, era sacrificado.
Cambio táctico, saca a Campbell. Lesión de un jugador, saca a Campbell. Un Verde vio la roja, saca a Campbell. Después de dar un partido aceptable, manda a Campbell a la tribuna.
Joel era el comodín también. A la falta de un centro delantero eficaz, al tico lo ubicaban como punta. A falta de un media punta que fuera el compinche perfecto, Campbell era puesto en situaciones que no le venían bien.
Y comenzó el tico a ser un jugador sin sentimientos en la cancha.
A partir de la fecha 7 del torneo de la octava estrella, Campbell perdió la titularidad y no fue más allá de los 45 minutos en las jornadas que jugó. En el duelo definitivo de la final contra Pumas, entró a los 14’ y salió a los 79’, esto no quiere decir que no haya puesto su granito de arena para el título, pero no representaba el protagonismo que se esperaba de él.
Salió del León y cuando se puso la playera del Monterrey comenzamos a ver a un Joel diferente, muy cercano al tico que a su selección le pone sabor. En el norte, Campbell se reencontró con el gol y con la alegría del juego.
Cuando parecía que Joel se quedaba a la deriva porque Rayados no hizo por sus servicios, reportó obligatoriamente con el León y en su maleta traía un futuro incierto. El costarricense fue evaluado de manera exprés por Paiva, se quedó quizá por el huequito que dejó Colombatto en las plazas de extranjeros o tal vez porque efectivamente al lusitano lo convenció futbolísticamente.
Lo cierto es que el Campbell optó por subirse a la Paivaneta. Ya no solo son firuletes pues ataca, defiende, asiste, pelea el esférico. En sus botines trae el sacrificio para no ser sacrificado, juega por la derecha e izquierda y sería un error volver a experimentar con él en otro lugar que no sean los senderos.
Es más, hasta toma posturas papá regañón por el bien del equipo. Di Yorio lo sabe, recibió la reprimenda del tico cuando se encaprichó por no tirar el penalti contra América.
Precisamente contra el Ave por primera vez completó 90 minutos, pero lo que resalta es que ha sido titular en todas las jornadas del actual torneo.
Mi abuela decía que ni la sopa recalentada ni el amor por segunda vez, contra esto, Joel está en vías de crear un nuevo idilio desde las cenizas.
Estamos en un año mundialista y quizá esta sea la motivación de Campbell, si es así, que la Fiera, Paiva, la afición y el mismo futbol lo aprovechen.
Hoy Joel juega bien y Campbell dice ‘pura vida’.
Twitter @geraslugo