No hubo mejoría en Aguascalientes, y al León le volvieron a llenar la canasta. Los discursos de Montes y Paiva, y las ganas de revertir la mala temporada solo alcanzaron para el duelo ante Atlas, y contra Necaxa, los Verdes volvieron “a las andadas”.
La reacción del León al final del partido queda simplemente para el anecdotario, porque de poco sirve anotar dos goles tardíos, si durante casi todo el encuentro se produce poco al frente.
Extrañan a Bellón
Aunque el partido inició parejo, el León, sobrado y haciendo filigranas inútiles, careció de profundidad. Las bajadas de balón y los túneles a los rivales de poco sirven si no se produce nada en el último cuarto de la cancha. Mientras tanto, Necaxa detectó las carencias defensivas de la visita, mostró explosividad y contundencia, y resolvió el encuentro en los primeros 45 minutos.
La defensa leonesa extrañó en demasía a Paul Bellón, y la dupla Celestine-Ambriz mostró poco entendimiento. El francés no marca diferencia, y parece ser uno más del montón. Consintiendo al rival en demasía, los laterales esmeraldas permitían centrar, los zagueros se echaban hacia atrás, y los recuperadores dejaban de apoyar. Ante tales concesiones, el Necaxa ya había conseguido tres goles al medio tiempo.
Poco al frente
Pero los problemas no solo están atrás. La media leonesa brindó más de lo mismo: produjo poco al frente, y en el primer tiempo cedió el control del sector al rival. Y produce poco porque ni Mena ni Elías son acertados en el pase importante, mientras que a Montes le pesa en lo físico la dinámica con la que se intenta jugar.
Adelante, un desesperado Di Yorio trató una y otra vez de generar por su cuenta jugadas de peligro, mientras que Martínez nuevamente pasó desapercibido.
En la segunda mitad, el León se volcó al frente, con más ímpetu que orden. Moreno, Dávila y Campbell ingresaron para refrescar el ataque leonés, aportándole mayor dinámica, pero se tardaron mucho en aportar. Cierto, los goles de Dávila le dieron emoción al final, pero solo hicieron más digna la derrota .
El León de Paiva requiere algo más que buenos deseos para mejorar.
La situación sigue siendo complicada, y las posibilidades de hacer algo destacado esta temporada lucen muy lejanas.