Este lunes comienza para León un largo y sinuoso camino cuyo punto de inicio será el Glorioso ante Chivas.
Un partido de debut interesante para un segundo semestre del año muy importante.
Tal vez mi sensación sea la misma a la de muchos, la de un arranque con una ilusión esmeralda enorme.
El título de la Concacaf ha puesto el condimento preciso para pensar que los Verdes marcharán con banderas desplegadas.
Con la inclusión del charrúa Federico Viñas y del español Borja Sánchez, y a la espera de una contratación más que se busca, parecen pocos los movimientos ante el trío de compromisos que se tiene en puerta.
En otros tiempos seguro habrían en el ambiente críticas sobre la no apertura de la cartera de parte de la directiva esmeralda. Hoy nos apegamos a la idea de que Larcamón confía en la base de jugadores con los que trabajó en su primer torneo.
Un Cota cuyos años no pasan ni pesan sobre él, un Barreiro en plan de barredora, Tesillo en plena consolidación como capitán y líder, Fidel Ambriz madurando, Mena y su aferramiento a estar en lo óptimo.
Además, Adonis Frías, Lucas Romero e Iván Moreno en la lógica de tener una mayor adhesión al sentimiento esmeralda.
Sin embargo, sabemos bien que el equipo leonés no puede vivir solo de ilusiones y de la historia, aunque esta sea reciente, pues los resultados deberán hacer su chamba para reflejar que se tiene la consistencia necesaria a fin de contender en Liga, Leagues y Mundial.
La Fiera prácticamente arrancará la Liga con la inercia de la final de la Concachampions, un par de semanas en el ajuste físico y sin juegos de preparación ante un Rebaño que siempre resulta una visita complicada. Una primera factura que tendrán que pagar las fieras de Larcamón con una buena dosis de oficio.
Del Glorioso hasta llegar a la ciudad de Yeda en Arabia Saudita, un viaje cuyo ideal es arrancar con un triunfo.
Twitter @geraslugo
