Para no tener los mismos resultados, el León se vio obligado a tomar resoluciones diferentes.
Una de estas se dio un tanto circunstancial con la renuncia de Paiva, trayendo otra forma de mirar el futbol en la conducción técnica de Nicolás Larcamón.
Las otras decisiones se han dado en los fichajes de Adonis Frías, Lucas Romero, Iván Moreno, Jesús Angulo y Brian Rubio. Como ya lo he manifestado en este espacio, veo con mayores posibilidades de juego constante a los primeros tres.
Las cartas de presentación de Frías y Romero les da como para ser vistos de primera intención en el cuadro titular y Moreno por la confianza que le tiene el domador.
La llegada de sangre fresca a todo equipo provoca que otros queden relegados a ser banca, ya ni mencionar a los les dieron el adiós.
Algo que siempre gusta ver en el deporte, en este caso el futbol, es aquel jugador que se aferra a mantenerse como titular a pesar del arribo de otro.
En la Fiera, un caso así que tengo presente es el de Nacho González, a quien le pusieron gente como Denis Caniza, Oscar Mascorro y Rafa Márquez, pero el ‘Corazón de León’ nunca perdió el protagonismo.
Por las posiciones que se reforzaron en esta ocasión y por el parado que gusta usar Larcamón, existe una buena cantidad de Esmeraldas que sentirá esa necesidad de aferrarse con las garras al puesto o, mínimo, a ser considerados como relevos estelares.
Iván Rodríguez es uno de ellos. Hablando en términos deportivos, el ‘Jefecito’ tiene en Romero la amenaza de quedar a la espera, no solo por el fichaje del ‘Perro’, también por tener a un lado a Fidel Ambriz que viene en vuelo ascendente.
La ventanita que pudiera aprovechar Iván para jalar un segundo aire es la prueba a la que están sometiendo a Ambriz como tercer central.
Y tal vez en esto, Fidel vea que en esta posición su sacrificio pueda ser mejor valorado que tratarle de pelear el puesto a Romero o a los volantes en la línea media.
Al parecer, Ambriz ha ganado presencia en la confianza de Larcamón, pero con esto los sacrificados podrían ser entonces Stiven Barreiro y Paul Bellón.
Del colombiano, su experiencia pudiera sacarlo a flote a pesar de haber sido uno de los jugadores más criticados en el año anterior. Sobre Bellón, sería una lástima que quedara en el limbo luego de dar la cara respondiendo adecuadamente en la urgencia que tuvo la Fiera con la lesión de Tesillo y el nulo aporte de Célestine.
En el futbol las cosas son así, hay tiempos en los que un jugador llega a la cúspide, otros donde se aferra a esta, unos más en los que lo desbancan, también están los momentos en los que resurgen de las cenizas y, los más tristes, en los que queda ahogado en el olvido.
Ya veremos en la Fiera, quiénes ganarán con su sacrificio y quiénes serán sacrificados.
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