Los planes de Nicolás Larcamón tienen puesto un freno de mano pues lo imprevisto de las lesiones hace mella en las intenciones del domador por jugar con una Fiera fuerte y entera.
A una las zonas que más urgía reforzar, la defensa, le llueve sobre mojado. Adonis Frías y William Tesillo se suman a Byron Castillo, David Ramírez y Pedro Hernández, en el hospital leonés.
Curiosa y desafortunadamente para la causa esmeralda, todos ellos defensas.
Lo que parecía algo sin trascendencia, se convirtió en una pesadilla. Adonis se desgarró y no estará por varias semanas más por lo que la solución defensiva que vino a ofrecer el argentino tendrá que esperar.
Lo de Tesillo no parece tan grave, aunque todo apunta a que no se le arriesgue en un partido de alto calibre y en una etapa aún temprana del torneo.
La preocupación crece ante la difícil visita que tendrá la Fiera en el infierno. Larcamón deberá echar mano de Paul Bellón, jugador que supo responder en su momento, pero que la jerarquía de Tesillo lo orilló a la banca.
Con Bellón, a su lado estarían Fidel Ambriz y Stiven Barreiro en caso de mantener la línea de tres centrales.
No minimizo lo que pueden aportar los tres en defensa, pero la sensación no es halagüeña ante un rival como Toluca.
Es por esto la conveniencia de que Larcamón ajuste su medio campo, en una parte para contar con un sistema de recuperación de la pelota efectivo, pero primordialmente para que después de la recuperación, la tenencia del esférico sea duradera y llegue a un final feliz.
Ante Pumas, La Fiera sumó un mayor porcentaje en la posesión del balón, pero la línea media y la zaga fueron superadas reiterativamente cuando el rival se apoderó del esférico.
Cederle la iniciativa y control a un equipo del estilo de Nacho Ambriz es ponerse una soga al cuello. Nada de jugar en custodia de la última trinchera.
La Fiera tendrá que darle una sopa de su propio chocolate al ex domador, es decir, defenderse no a base de cortar y destruir jugadas, sino con la tenencia y el toque de pelota, jugar con paciencia para crear la impaciencia del rival y, sobre todo, ser contundente en la meta enemiga.
Veremos si el hipotético ingreso como titular de Lucas Romero le da mayor firmeza al centro del campo leonés. El domingo será necesario un auténtico perro, como su apodo lo expresa.
Aunado a las bajas por lesión y aunque no es una regla, pero después de un 4-1 en contra deberá venir un cambio en la propuesta del León, en lo futbolístico y en la actitud. Y eso se espera.
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