La derrota en Puebla debe calar -y mucho- en el León por la ridícula forma en cómo se da, con la cantidad de goles recibidos, y las oportunidades desperdiciadas de forma grosera, y ahora sí, enciende las alarmas en las filas esmeraldas.
Heridos en su orgullo después de las pobres actuaciones ante Cruz Azul y Pumas, los jugadores verdiblancos mostraron de entrada otra actitud ante los Camoteros.
Puebla y León brindaron un primer tiempo agradable en la cancha del Cuauhtémoc, con constantes llegadas a los dos arcos, eso sí, gracias a los errores defensivos de ambas zagas
Está más que claro que León es otro equipo con Federico Viñas en la cancha. El uruguayo marca diferencia colaborando no sólo con goles, sino también con su movilidad adelante. Desafortunadamente para la causa leonesa, la lesión en el hombro del uruguayo se ha vuelto crónica, afectando su permanencia en la cancha en esta ocasión, y posiblemente comprometiendo su continuidad en el resto del año.
Pero los Verdes continúan inconsistentes en su parte baja. Tesillo y Frías tuvieron una actuación para el olvido, batallando ambos para detener a Guillermo Martínez.
Sin Viñas y sin el “Diente” en el segundo tiempo, la Fiera volvió a ser la misma de los últimos encuentros: carente de profundidad y con problemas atrás. Debido a esa inconsistencia en su accionar defensivo, los Verdes perdieron de forma absurda una cómoda ventaja, alejándose además de la posibilidad de calificar en forma directa a la liguilla.
Y así, entre culpas propias, lesiones, pifias del VAR y errores del técnico, el León es un desastre en la recta final del torneo, y la cosa no pinta bien pensando en el Mundial de Clubes.