CLUB LEÓN

León puede renacer de sus cenizas o simplemente apagarse en el Apertura 2023

La confianza en el León quedó en su mínima expresión, pero queda un último soplo de vida

Nico López ha dado chispazos de su calidad.
Escrito en LOS EXPERTOS el

Nicolás Larcamón y los Esmeraldas pecaron de soberbios festejando un 3-1 al medio tiempo contra Puebla y al final la fiesta terminó por convertirse en un auténtico velorio.  

La derrota ante los Camoteros puso a su mínima expresión la confianza que había sobre el cuadro verdiblanco. León sucumbió de nueva cuenta ante un equipo limitado viéndose otra vez como el levantamuertos por excelencia. 

Después de un primer tiempo que ilusionó con Federico Viñas y Nicolás López en el frente, la Fiera se lio a golpes cual pelea callejera en la que ganaron los Camoteros porque su deseo por salir con los tres puntos fue mayor. Al menos, eso se vio.

Si el futbol no alcanza para llegar a niveles altos, las ganas pueden sacar a flote las carencias. Lo que vimos del cuadro leonés en el segundo tiempo fue la imagen de un equipo que saltó a la cancha para jugar en la mentira, creyendo haber ganado a falta de 45 minutos por transcurrir. Pero el León no está para eso.

Increíble que la Fiera haya dejado ir dos goles de ventaja ante un Puebla noqueado, no en este partido, sino en el torneo. Inverosímil la que falló Mena, franco frente a la meta poblana que pudo ser la victoria. Inconcebible la tibieza con la que Tesillo y Frías defendieron en las jugadas más apremiantes.

La defensa esmeralda, otrora fuerte y pundonorosa, era capaz de aguantar ofensivas, jalones y hasta patadas. Hoy, reclaman más de lo que logran destruir.

Y en ofensiva, sin Viñas no hay paraíso. Y sin Viñas ni el Diente López, menos. Juntos llevaron al León a tocar el cielo de la Angelópolis. Al salir del juego, el León se desplomó.

Rubio no es solución, Mena antes era solución. 

En eso está convertida la Fiera de Larcamón, en un cuadro que no responde en los momentos cruciales y que con un gol del rival se desmorona.

Jornadas atrás el León tenía en sus garras la oportunidad de meterse en los primeros cinco de la general y manejar el futuro a su placer, pero la desperdició. En varios partidos ha tenido el chance de matar a los rivales y ha salido con pérdidas que pegaron en lo estadístico y, lo peor, en lo moral.

Perder un duelo en el que la Fiera metió cuatro goles, no es mala suerte. Y si bien encontrar soluciones en la premura es riesgoso, debe hacerse dadas las circunstancias que rodean al equipo.

En la fecha 17 ante Juárez, al felino esmeralda le queda un último aliento, lo puede utilizar para renacer de sus cenizas o simplemente para apagar la llama de una vela que está a punto de extinguirse.

Twitter @geraslugo

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