León es un equipo protagonista de la Liga MX. Ni tan obligado a ser campeón cada seis meses, como sería el América, ni tan chico para conformarse con una Liguilla cada dos o tres años, como Xolos o Puebla.
Por eso quedar fuera del Play-In en el Apertura 2023 sería un fracaso innegable. Una decepción para la directiva, la afición, los propios jugadores y, por supuesto, para Nicolás Larcamón y su cuerpo técnico.
Pero con el Mundial de Clubes a la vuelta, la tan cantada necesidad de internacionalización y el mal momento futbolístico actual, ¿Sería tan malo quedar fuera de la Liguilla doméstica? Quizá no…
El escenario ideal...
Y antes de que lluevan las acusaciones de mediocridad y conformismo, me explico:
Si León vence a Juárez el domingo y con ello avanza al Play-In, debería disputar dos partidos de esa ronda para llegar a la Liguilla.
Pero antes, la Liga MX parará una semana por la Fecha FIFA, con lo que los juegos del antes llamado Repechaje serían entre el 18 y el 22 de noviembre.
Supongamos que León avanza a la Liguilla, posiblemente contra América o Tigres como rival. Jugaría 4tos. de final a finales de este mes. Si llega a semifinales, las disputaría en la primera semana de diciembre (entre el día seis y el nueve).
Sin importar su resultado en esas hipotéticas semifinales, el 10 de diciembre está programado el viaje a Arabia Saudita para jugar el Mundial de Clubes desde el viernes 15, ante el Urawa Red Diamonds de Japón.
¿Es este escenario real? Todos sabemos que no. Por lo visto en las últimas semanas, con cuatro juegos sin ganar y derrotas tan dolorosas como el 5-4 en Puebla o la caída ante el triste Cruz Azul, es probable que León no llegue ni al Play-In y así se armaría una ruta completamente distinta hacia el Mundial.
De entrada, si la Fiera queda fuera este domingo, sus jugadores tendrían al menos tres o cuatro días de descanso, antes de encarar una especie de mini-pretemporada.
Ese periodo lo ha ansiado Larcamón desde julio, cuando la Leagues Cup le dejó lesionados, ‘tocados’ y en general una baja forma física y mental en el plantel.
Para finales de noviembre, León podría recuperar su forma y entonces sí armar uno o dos partidos amistosos para tomar algo de ritmo y viajar, con toda calma, el 10 de diciembre.
Federico Viñas, en especial, podría aprovechar esa larga pausa para recuperarse sin la prisa que ya le ha costado recaídas de esa compleja lesión en el hombro.
Y si bien los Verdes llegarían al Mundial sin ritmo de competencia, tampoco es que llegar enrachado le haya servido mucho a sus predecesores. En 2016, América viajó al torneo internacional tras asegurarse un sitio en la final del Apertura, pero en el Mundial sufrió para superar la primera ronda, ni metió las manos en semifinales contra el Real Madrid y perdió el juego por el tercer lugar ante el Atlético Nacional de Colombia (volvió a México para también perder la final navideña contra Tigres, pero esa es otra historia).
Ese largo descanso competitivo, con un plantel completo y concentrado en un solo objetivo, sería el arma de un León que hoy no presenta suficientes argumentos para soñar…