Estoy seguro de que los directivos deben de estar molestos en este momento porque los resultados no se dan, así como estamos todos, pues no es sencillo darte cuenta que tu equipo, en este caso el Club León, lleva más de un mes sin ganar.
Es en estos momentos en los que el entrenador debe de dar la cara y analizar a qué se debe esta mala racha de resultados. Si es porque no se tiene a los jugadores con la capacidad suficiente para dar resultados, si es el planteamiento, si es el estado anímico del grupo.
Estoy cierto que Ariel Holan, o cualquier entrenador de futbol, tiene la capacidad para resolver, aunque es evidente que la comunicación con el grupo tiene que ser constante, pero no que estés todo el tiempo encima de los jugadores y con el mismo discurso de siempre.
Es cuestionar a los futbolistas, que ellos se den cuenta de lo que están haciendo mal en la cancha y si esto se debe a que la comunicación sobre lo que se debe plasmar en el terreno de juego no es buena, o si tiene algún inconveniente personal que lo está desconcentrando.
Somos humanos, los problemas personales nos afectan como deportistas, pero debemos, o en su caso los jugadores del León, tener presente que somos profesionales y como tal tenemos que comportarnos. Los problemas que tengamos en casa se quedan ahí, cuando entras a la cancha tienes que estar presente, concentrado y ayudando al grupo.
Creo que Holan se apoya con su cuerpo técnico, y entre todos, analizando a cada miembro del equipo, pueden identificar los puntos débiles si toman cada uno una línea de manera específica.
Lo malo es que esas pláticas con los jugadores luego las toman a broma, sobre todo cuando como entrenador les dices lo mismo, a veces hay que cambiar el discurso, tratar de llegarle al grupo desde otro ángulo, tratar de hacerla amena, que no sea cansada y abarcar todo para que quede claro y luego se vea en la cancha.
Espero que estos partidos que jugará León fuera de la ciudad le sirvan de algo, que sea un nuevo aire para que los jugadores cambien el chip. Vas a otro lugar, es un paseo a Estados Unidos que relaja al grupo.
Son compromisos que se tienen que cumplir porque a la institución le sirven económicamente, pero puede beneficiar al grupo en momentos como éste, que parece que no encuentran el rumbo, para encontrar su esencia.
Una Copa del Mundo, no. Cinco Copas, sí. Di no a las drogas, sí al deporte. Si quieres, te ayudamos.