León.- La Fiera superó el escollo poblano y se apuntó como semifinalista en el Guard1anes 2020.
León aseguró el boleto desde la primera parte aprovechando los metros que le cedió la Franja, en algo que no le puedes regalar a jugadores como Luis Montes y Ángel Mena, quienes fueron factor para la reacción leonesa.
El capitán esmeralda tomó el rol para darle ritmo al equipo, mientras que el "Ángel del Gol" fue incisivo desde la banda derecha.
Así como los poblanos marcaron un gol de vestidor en la Ida, en la Vuelta se clavaron un autogol de vestidor que también condicionó el juego. Después de ese tanto, los Esmeraldas fueron dueños de la pelota, misma que arrinconaron en la red por segunda ocasión con el tanto del volante ecuatoriano de la Fiera.
En lo positivo, León se vio sereno para manejarse adecuadamente ante un rival que trató de cerrarle espacios y maniatarlo con faltas constantes. El "Avión" Ramírez habilitado como lateral por derecha aportó para la profundidad del local en esa asociación que fabricó con Mena.
También, el regreso de Pedro Aquino fue importante para sostener la firmeza en el medio terreno. El peruano jugó con la pierna caliente y la cabeza fría. Ahora sí y así, sí.
Asimismo, la zaga central del León mejoró a comparación a lo que le vimos en el primer duelo.
En lo negativo, porque sí lo hubo y hay que mencionarlo, la Fiera perdió fuerza en la segunda mitad y desaceleró cuando Puebla se quedó con 10 hombres.
"El Puma" Gigliotti sumó su cuarto partido sin anotar. Tuvo una clara, pero no la imaginación para marcar. Ya son cuatro juegos sin gol del argentino y por ahora no influye esto porque otros los están haciendo.
Además, se antojaba para que el León terminara sometiendo al rival dadas las circunstancias del partido. No fue así.
Ahora, a dar cerrojazo al duelo contra Puebla, al final el objetivo se cumplió y se dio un paso más en esta Liguilla.
Este domingo se define el rival en semifinales en una fase donde la Fiera se encontrará a un enemigo que le exigirá más. Lógica futbolera. Esto lo sabe Nacho Ambriz que llegó a su segunda semifinal como domador y aún debe sacarle jugó a las cualidades de su fiera.
Después de cada eliminatoria y después de cada partido, en la introspección siempre surgen errores por corregir y virtudes por recalcar, es tiempo de mantener la convicción de ganar pues el sueño de la Octava sigue en pie.