El 7 de enero de 2012, hace exactamente diez años, la historia del Club León comenzó a esbozar una sonrisa. Una sonrisa que se ha extendido por toda una década.
Aquel sábado la Fiera debutó en el torneo que marcaría un antes y un después en un libro esmeralda en el que por espacio de nueve años y medio solo se habían escrito tragedias y chanchullos.
Era borrón y por enésima ocasión cuenta nueva en el infierno. El León recibió a un Correcaminos que estrenaba corona y contra el cual se debería enfrentar en una, hasta ese entonces, hipotética final de ascenso.
La Fiera llegaba al Clausura de ese año con heridas por haber fracasado un mes antes en las semifinales del Apertura 2011 y con un ahora o nunca por demás condicionado a eso.
Aquel triunfo de 2-0, con los goles del "Toto" Mascorro y el "Cabeza" Maz, marcó el inicio de un campeonato que no fue enteramente perfecto, pero sí totalmente invicto. Cosecha de 12 triunfos y seis empates desde ese partido contra el "Corre" hasta la Final ante el Lobos BUAP.
Después vino la disputa por el ascenso que consagró el anhelado regreso, también ante el equipo tamaulipeco.
Toda la fe leonesa estaba en Gustavo Matosas, del que aún se recuerda la insistencia de ir paso a pasito para llegar lejos. Al igual que él, un grupo de jugadores que solo prometieron comprometerse en cada jornada, es decir, paso a pasito.
La retrospectiva nos habla que aquella Fiera fue de deseos y creencias.
Futbolistas que deseaban una revancha personal como Mascorro, "Aris" Hernández, Eder Pacheco o Edwin Hernández. Futbolistas que deseaban abrirse paso como Melitón Hernández, "Gallito" Vázquez, "Chapa" Delgado, Luis Nieves o Juanito Pineda. Así como futbolistas que decidieron dar un paso hacia atrás para retomar un nuevo impulso que los llevara de regreso a la Primera División como Sebastián Maz, Luis Montes, Carlos Peña y Nacho González.
Esa Fiera se convirtió en un equipo que creyó en lo que hacía y supo cómo lo tenía que hacer.
Paso a pasito se llega lejos y triunfo a triunfo se forjan eras de vacas gordas.
Es cierto que en el camino recorrido por el cuadro esmeralda se han escenificado tropezones y generado enojos, detalles que forman parte de la pasión que existe alrededor de un equipo.
Pero sobre esas fases grises y metas deportivas y directivas por cumplir, no se puede dejar de ver lo que números dictan, pues a partir de aquella victoria del 7 de enero de hace diez años, el León se ha convertido en un equipo ganador.
En exactamente la década que se cumple hoy, la Fiera ha logrado 150 triunfos por 71 empates y 105 derrotas tan solo en etapas regulares de los torneos. En cuanto a logros, un título de liga en la llamada División de Plata, un título de Ascenso, una Leagues Cup, así como tres coronas ligueras de un total de cinco finales disputadas en el máximo circuito.
Para borrar una década desastrosa, nada como una década victoriosa. Y aquel triunfo dio inicio con esto último.