Todo triunfo es terapéutico y así lo será si la Fiera supera a Juárez.
Lo más importante para Nacho Ambriz es recuperar la confianza y el hambre en unos Esmeraldas que saldrán a la cancha luego de cuatro días de duelo por lo ocurrido media semana atrás en Orlando.
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Las manifestaciones de decepción, enojo e impotencia por un torneo internacional que no se le ha dado al León, pueden reflejarse en desaciertos en la cancha en los partidos que vienen. Es como en todo, un error te lleva a otros si no lo arreglas pronto.
Hablar en el futbol de un cambio rápido de chip es muy común en estos casos. Suena fácil, pero requiere de correcciones y sobre todo voluntad.
Los números dictan que el cuadro leonés puede pasar por encima de los Bravos, quienes han perdido cinco juegos como visitante y marchan como penúltimos de la general.
Poncho Sosa apenas registra un triunfo en cuatro duelos desde que llegó al relevo en la dirección técnica norteña. Además, llegará al Glorioso leonés con elementos importantes entre algodones como Darío Lezcano, Jefferson Intriago y Flavio Santos.
Las condiciones están dadas y queda en el León hacerlas válidas para su causa.
Obligación en el Guardianes 2021
Para la recta final del Guardianes 2021, Nacho tendrá dos funciones simultáneas como domador. Con una mano acariciar la melena de su fiera para que retome la entereza y con la otra manejar firme el látigo para corregirla y que reaccione vivazmente después del tropezón.
En las críticas sobre el León, mucho se dice que solo es un equipo para el torneo de casa. Pues bien, si es únicamente de Liga, entonces ahora toca el turno de demostrar aquí su valía.
Un bicampeonato no se le da a cualquiera y hoy en día esa oportunidad únicamente la tiene el equipo esmeralda entre los 18 clubes del máximo circuito.
Un duelo bravo
El partido contra Juárez está bravo para el León porque enfrentará a esos demonios que rondan en la cabeza del jugador al sufrir una eliminación como la que se clavó en las entrañas del felino.
Aunque la culpa por el fracaso en la Concacaf recae en todos, técnico y jugadores, hay varios Esmeraldas a los que se les atribuyen pecados mayores como Mena, Gigliotti o Dávila, a los que se les pide una participación más relevante y contundente partido a partido.
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Lo ocurrido en la Concachampions deja un hueco en la Fiera que solo podrá resanarse el año próximo cuando vuelva a competir en este torneo. Esto quedará como asignatura pendiente.
Cambiando la mirada, el triunfo sobre Juárez sería el quinto al hilo para el equipo leonés, casi le aseguraría ser local en la repesca e incluso le mantendría con posibilidades de meterse directo a la Liguilla.
Pero lo más importante, la victoria despejaría cualquier signo de desazón esmeralda. Un triunfo como parte de una penitencia por cumplir.
La defensa de la corona es el presente que el León tiene que resolver sí o sí, pues hay Liga y un campeón vivo para defenderla.
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