León, Guanajuato.- La Fiera de los tiempos de pandemia no tiene las garras afiladas, y ante Cruz Azul quedó confirmado. La ausencia de Fernando Navarro sigue pesando en el esquema leonés, y sumada a la de Ángel Mena, dio como resultado un ataque chato, con un Meneses que no se halla, un Gigliotti desencanchado, y un Campbell que da la impresión de ser mejor relevo que titular.
En esta ocasión no apareció la genialidad de Luis Montes para salvar el resultado, y la media cancha verdiblanca, intermitente como su líder, jamás tuvo control del esférico, siendo superada en buena parte del partido por su contraparte celeste.
Para colmo de males, la zaga esmeralda regaló un gol de vestidor que hizo muy pesado el trámite del encuentro.
La Máquina entendió que metiendo a todos sus hombres en el área, obligaba a la delantera leonesa, pobre y con pocos argumentos, a lanzar balonazos a la olla desde los costados. Y esa fue la película de casi todo el partido.
Un solo gol en 270 minutos habla de lo que ha sido este León en el arranque de torneo. Nacho y sus pupilos requieren trabajar horas extras, si quieren evitar que el inicio lento se prolongue más jornadas.