León.- No es el aniversario de su fundación, pero sí de un renacimiento futbolístico que le ha alcanzado para bordar una estrella más en la Liga MX.
Este 27 de enero se cumplen para León dos años de aquella victoria en La Corregidora que fue el inicio de un rugido que se ha mantenido en todo este tiempo.
Es verdad que en ese 4-0 sobre Gallos nadie se imaginaba lo que vendría a continuación con un triunfo sobre Cruz Azul y después frente al América. Entonces comenzó a verse al León con otros ojos.
Siguieron victorias sobre Toluca, Pumas, Santos y ya la Fiera estaba en boca de muchos. Con seis triunfos en fila, jugaba con un estilo agradable y se expresaba con un tiki taka muy a la leonesa.
Lobos, Veracruz y Morelia fueron víctimas mientras se hacía referencia a récords que el León podía implantar. Necaxa, Puebla y Atlas cerraron una hilera de 12 victorias poniendo a los Esmeraldas en la cima general y como firme protagonista de la Liga MX.
A esas alturas Nacho Ambriz era otro, uno muy distinto del que se tenía en mente y al que llegó a la Fiera, pues en sus primeros ocho juegos en el Apertura 2018 solo había ganado dos veces y no logró triunfo alguno como local. Ahora se tenía a un Nacho que supo mezclar las cualidades de sus jugadores y asumir otra idea futbolística.
Si podemos hablar de aires, Luis Montes agarró uno nuevo, con el oxígeno tan puro como para convertirse en un capitán de porte, de esos que se siguen y que se les hace caso en la cancha.
Desde aquel triunfo en tierras queretanas, se marcó el renacer del Ángel del Gol, quien con el León su apellido volvió a escribirse con m mayúscula. Mena reencontró la alegría y la red enemiga hasta convertirse en campeón de goleo.
Cota, Tesillo, Navarro, Mosquera, Meneses, Campbell, Iván y Aquino también se convirtieron en pilares de un equipo sumamente capaz.
Han sido un par de años para la Fiera de grandes momentos y de experiencias aleccionadoras.
En 2019 se quedó cerca de la corona dos veces, se trajeron como refuerzos a jugadores que no llegaron serlo, se confió en jóvenes que pusieron sus sueños por encima del club y también decir que se jugó con una dosis de soberbia en momentos que se tenían que ser humilde. Otro duro tropiezo fue en la Concacaf al caer a la primera de cambio.
A pesar de eso y de que se lesionaron jugadores importantes, se cruzó una pandemia y hasta se tuvieron que salir de su estadio, para lograr el reciente título los Esmeraldas aprendieron a escribir el punto final a una historia con buenos pasajes de un futbol gourmet.
En la crónica esmeralda ha habido blancos, grises, glorias, fracasos, equipos ofensivos y aburridos, pero desde aquella victoria contra Gallos hace dos años, la Fiera ha marcado firme sus garras con 47 triunfos, 17 empates y 14 derrotas entre Liga y Liguilla.
Además, tiene dos años sin perder en casa en fase regular. Muchas más alegrías que angustias.
Lo mejor es que el futbol sigue, para la Fiera no terminan los retos y una historia que puede ser aún más exitosa.
Twitter @geraslugo