La camiseta de entrenamiento esmeralda estaba abotonada al cien por ciento y con una sonrisa que denotaba su alegría. La bandera de Ecuador con la leyenda “La Gloria es de Cristo” inmortalizó un nuevo episodio en su carrera con el Club León.
Aquel 16 de junio parecía el comienzo de una exitosa era para Byron Castillo, sin embargo, sucedió todo lo contrario y las acusaciones de una posible mentira en su nacionalidad, lo encasillaron en un camino sinuoso.
Luego de varios reclamos por parte de las federaciones futbolísticas de Chile y Perú ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS por siglas en francés), la FIFA decidió castigar a la ‘Tricolor’ con 100 mil francos suizos y una deducción de tres puntos en las próximas eliminatorias mundialistas.
Castillo, de 27 años de edad, se quedó sin Copa del Mundo tras la decisión de la federación ecuatoriana de no entrometerse en más problemas con el organismo del futbol mundial.
El lateral, quien se alega es colombiano de nacimiento, desató un sinfín de polémica al cuestionarse el por qué de una probable acción que, con el pasar de los años, se ha convertido en un patrón muy difícil de erradicar.
Dicha situación trajo consigo un reportaje de la agencia Agence France-Presse (AFP) que explica, con varios testimonios, las razones de una práctica común en la frontera que separa a Colombia y Ecuador.
La principal razón: la situación económica
Tumaco es una región colombiana sumamente pobre y, de acuerdo con estadísticas que recoge este reportaje, la pobreza afecta al 54% de una población aproximada de 207 mil habitantes.
Teodoro Preciado, entrenador de una pequeña escuela rural de futbol llamada Candelillas FC, expresa que el reclutamiento de los jóvenes a grupos delictivos es otro mal que se vive en Tumaco, siendo siempre la pobreza el común denominador.
Es por esta razón que, a casi 50 kilómetros de distancia, “el futbol ecuatoriano ofrece una buena habitación, un buen vestuario y una comida”.
Byron Castillo no es el único
Por este problema económico que ha azotado a la población de esa región colombiana por muchísimo tiempo, existen casos como el de los futbolistas Alexander Domínguez, Rinson López o Jesús Montaño en los años ochenta, que han sido puestos bajo la lupa al despertar ciertas suspicacias.
La práctica consiste en la alteración de documentos para dejar una vida en Colombia y comenzar, de manera poco ortodoxa, una nueva en Ecuador con el sueño de una mejor calidad y el de consagrarse en el medio futbolístico.
“Aquí en Colombia estamos bajo la zozobra de que a usted, un grupo ilegal le puede ofrecer una plata (dinero) para unirse a ellos. Con tantas dificultades que padecemos, más de uno toma ese camino”, dice el testimonio anónimo que recabó la agencia de noticias.
Los jóvenes futbolistas colombianos cruzan la frontera hacia Ecuador ilegalmente y tratan de registrarse como ecuatorianos. Algunos falsifican documentos y otros aprovechan resquicios legales para registrarse por primera vez en el nuevo país.
Se trata de la llamada “Fuga de piernas” que se ha vuelto común, aunque al menos se ha dado una investigación por parte de las autoridades ecuatorianas, al inicio de la década pasada.
Así, el caso de Byron Castillo ayudó a evidenciar una práctica común en aquella región colombiana que, al no contar con recursos suficientes para subsistir, provoca un tema de migración bastante preocupante.