Un día y medio después de su salida del León, Renato Paiva atendió en exclusiva a Soy Fiera para una entrevista a fondo en la que profundizó en los motivos de su renuncia, los rumores sobre el armado del plantel, su agradecimiento para con la afición y con las autoridades del Grupo Pachuca.
Después de 23 años de carrera, hoy se levantó y no tenía que ir a una práctica. ¿Cómo se encuentra?
“Es una situación rara porque trabajé de manera continuada en Benfica, Independiente del Valle y León. Pero siempre hay una primera vez para todo. El futbol es mi pasión, lo que más amo. Pero no queda otra que adaptarse a esta situación nueva. Espero que no sea mucho tiempo parado”.
¿Qué lo llevó a dar un paso al costado?
"Es una decisión muy pensada porque el grupo era muy bueno y la afición, la mejor. Me da pena que no pudimos darle alegrías a ellos después de un torneo que no fue el esperado. Yo quería que en este torneo se viera un equipo como los que suele hacer Renato Paiva, salvo el último semestre en León, y por eso me voy triste".
Se lo nota con cariño hacia el club. ¿Ese cariño no lo hizo pensar más en quedarse?
"Yo primero que nada soy un agradecido a Jesús Martínez padre por haberme llamado. En estas condiciones, no podía ser una solución para el club y sentía que podía ser un problema. Por eso, tuve la dignidad y honestidad de dar un paso al costado. No contaba con las condiciones y no quería repetir otro semestre como el anterior, pero me voy sin problemas con nadie. Encantadísimo de haber trabajado con Rodrigo Fernández (director deportivo del León), que es un gran ser humano, que ama mucho al club y que siempre está presente. Y también quiero destacar el apoyo de la directiva, que incluso en los malos momentos me respaldó".
¿Siente que sus tiempos no fueron los del club?
"El club es soberano y está en su derecho de tener sus tiempos. Nunca voy a salir de una institución por refuerzos que no llegan. Podré salir de un club si me imponen un futbolista sin que yo lo sepa, pero no pasó nada de eso. Es un año raro, con un Mundial de por medio y los tiempos pueden ser diferentes. Yo antes de irme, dejé mi plan de bajas y altas y luego los tiempos los maneja el club".
¿El tema fue que no le cumplieron con las salidas?
"No voy a dar detalles. Lo que yo más quiero es el éxito del León. Ser Fiera fue y será un orgullo. No quiero decir nada que pueda dañar el futuro del club. Esto es un tema de planificación. Lo que queda bien claro es que, después de 23 años de trabajo, éste era el mejor contrato financiero de mi vida, pero como no estoy en el futbol por dinero, sino por pasión y orgullo, decidí salir porque no tenía las condiciones. Si me quedaba, no hubiera sido honesto conmigo mismo y con mi carrera. Y no quería defraudar a la afición: lo que más orgullo me dio es que en persona, la gente me expresaba su cariño en la calle, en el 'shopping', en el supermercado. Nadie me dijo nada malo en la cara. Y eso es lo que yo valoro, independientemente de lo que se diga en las redes sociales. A mí me interesa el hincha que llenó la grada desde el primer minuto hasta el último. Y a partir de ahora, yo seré un aficionado más del León".
¿Por qué no se pudo ver el equipo que tanto hubiera querido?
"No pude demostrar lo que fui como entrenador en mi carrera. Si estuve 18 años en Benfica, algo bueno hice. Mis equipos siempre fueron elogiados por su calidad, por hacer desarrollar a futbolistas y por lo que ganábamos. Acá se dio que llegué a un club en plena pretemporada, un campeonato corto de tres meses que no me dio tiempo para trabajar. Mi mayor tristeza es haber llegado a México y no haber demostrado de lo que eran capaces mis equipos. Si llegué aquí, es por la insistencia de Jesús Martínez, que un día me llamó para ir a Pachuca, cuando estaba en Independiente del Valle, y no dieron los tiempos. Pero después me convocó para el León, que infelizmente ha sido una excepción en mi carrera".
¿Cómo convivió con las críticas?
"Uno respeta la opinión del resto, pero lo que no acepto, es que digan que León y el futbol mexicano me quedaron grande. Decir que me fue mal porque no conocía el campeonato es una falsedad. Tampoco conocía el futbol de Ecuador y fui campeón en Independiente del Valle. Ojalá que con el tiempo pueda probar que no me quedó grande el torneo. Sí me da tristeza no haber podido dejar una marca. Yo apostaba a hacer una buena pretemporada y dejar una huella, pero el futbol da revanchas y quizás vuelva algún día a dirigir en este país".
¿Qué autocrítica hace de su paso por el club?
"Siempre hay cosas por mejorar. Lo que hice, siempre fue porque creía que era lo mejor para el León. Creo que hay cosas para cambiar, pero me las voy a guardar para mí. Mi salida ya es un tema cerrado. El único tema abierto es que siempre quiero que gane León y que Jesús Martínez tenga mucho éxito en todo. Quiero que este club tenga un futuro mejor. Parece que los problemas empezaron conmigo, pero ya se había marchado otro entrenador. Si vamos a ser pragmáticos, en los números se mejoró lo hecho en el torneo anterior y clasificamos a los playoffs, aunque luego nos eliminaron. Si fallar es no jugar bien, ahí se puede fallar. Fallar, en este deporte, es algo muy subjetivo".
No ha nombrado nunca a Jesús Martínez hijo. ¿Cómo era su relación con el presidente del club?
"Era buenísima, no lo nombré porque primero me llamó el padre. Luego, hablé con su hijo y también con Rodrigo. Todas las personas del grupo se portaron muy bien. Pude no haber hecho un gran torneo, pero me quedo con las relaciones humanas. Cuando nos fuimos, se lloraba en la cocina, en el departamento médico, en el área de contabilidad. Yo creo que lo que vale es cómo tratas a la gente...".