Se trata de dos estadios con historia, en uno se han disputado campeonatos mundiales de futbol y un torneo olímpico, además de varias finales del futbol mexicano, mientras que el otro ha sido guardián de verdaderas disputas por el sector de la Concacaf. El estadio León o Nou Camp y el Cuscatlán, son dos gigantes de concreto que tienen como vínculo estructural, el nombre de un leonés de corazón& Don Manuel Ortega Barroeta.
Si bien, nació en Puebla el 24 de octubre de 1932, don Manuel logró enamorarse de León, Guanajuato, ciudad a la que llegó en el año de 1955, para nunca más irse, siendo en 2016, el año en el que falleció y en el que incluso su féretro fue acompañado por los colores verdiblancos, dejando un legado histórico en la capital cuerera con su importante participación en la edificación del estadio León.
Eran los sesentas
Fue el 18 de agosto de 1965 cuando todo comenzó, la creación del estadio Nou Camp corrió a cargo de don Manuel en conjunto con la visión del tapatío Felipe Arregui Vázquez, quien pasó a la historia de la arquitectura del centro, occidente y bajío, debido a la creación del entonces vanguardista estadio Jalisco, ubicado en uno de los cuadros más importantes de Guadalajara.
El impulso que le dejó dicha obra, lo llevó a trabajar junto con Barroeta y terminar el inmueble que hasta nuestros días presume la solidez de sus estructuras sobre el bulevar, Adolfo López Mateos, abriendo sus puertas en febrero de 1967.
Luego de la creación del Nou Camp, proyectos de gran similitud arquitectónica con la casa de la Fiera, vieron la luz, tales como el Sergio León Chávez, el viejo estadio Corona o también conocido originalmente como estadio Moctezuma en Torreón, además de la casa del Tampico Madero, siendo hasta mediados de los setentas cuando vinculado con gobernantes salvadoreños recibió permiso para edificar el "Coloso de Monserrat".
Aunque en vida llegó a ser cuestionado sobre los estilos de los estadios, siempre admitió que para él cada uno de los diseños eran muy diferentes unos de otros, sin embargo, para algunos otros, detalles en los accesos, las zonas de palcos y la forma de sus techumbres hacen que todos estos escenarios tienen un ligero parecido.
El Cuscatlán se construyó de 1971 a 1975 y ha sufrido diversas modificaciones, siendo la más reciente la realizada en 2020, que incluyó un plan de remodelación y embutacado el que es considerado el más importante estadio de El Salvador.
En total fueron cinco estadios en un periodo de diez años los que don Manuel impulsó y logró cristalizar, dejando un estilo que generación tras generación ha marcado a los aficionados al futbol en México y Centroamérica.
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