León.- "Si debes aniquilar, aniquila". "El que perdona, pierde". "Respetas al rival si le anotas todos los goles que puedas". "En el futbol se debe tener humildad".
Estas son frases futboleras que hemos escuchado infinidad de veces y si algo debe hacer la Fiera en su duelo de cuartos de final, es tener presente lo que expresan.
En el papel, el León es favorito no solo en el enfrentamiento contra el Puebla en los cuartos, también lo es en la Liguilla entera. La diferencia entre lo que han sido los Esmeraldas y los Camoteros en el Guardianes 2020 es abismal. La Fiera logró 20 puntos más, el doble de triunfos y ocho derrotas menos.
Pero en los poblanos se tiene ahora un ingrediente especial tras haber calificado sorpresivamente venciendo a un Monterrey que pecó de soberbio y se ahogó en el mar del fracaso, porque eso representa no calificar, un fracaso.
Por ello, con todo y sin muestras de misericordia, la Fiera debe evitar que lo del Puebla se convierta en un cuento de hadas.
Amargo recuerdo
Hace casi exactamente un año, en la última Liguilla jugada antes de la Pandemia, los Esmeraldas perdieron la oportunidad de conseguir la octava cuando dejaron vivo a un Morelia que aprovechó siempre el último aliento.
En los dos partidos de esos cuartos de final, el cuadro de Nacho Ambriz tuvo en sus manos cuatro veces la ventaja en el marcador y en cuatro veces se esfumó. Morelia le vio la cara en el segundo tiempo y lo echó de la Liguilla.
La maldición
Además, la Fiera debe saber lidiar con la supuesta presión que ejerce ser favorito. Es un hecho que el superliderato da ventajas, pero no garantiza la corona.
Hasta el momento, en el futbol mexicano, se han disputado 71 liguillas en las que solo en 20 el líder general ha alzado la Copa. América, Cruz Azul, Toluca, Santos, Pachuca, Tecos, Monterrey, Chivas y Pumas evadieron la "Maldición del Superlíder".
El León ya sufrió tres veces esa condena en la temporada 74-75, Invierno 97 y Clausura 2019 como para tenerse en cuenta.
La Fiera tendrá que estar por encima de todo en esta Liguilla y preponderar lo netamente deportivo, como la acertada decisión de jugar el miércoles y sábado para no darle mucho margen a los poblanos de descansar y planear el duelo. Bien por la Fiera al no ceder ante el rating que suele pesar más.
Humildad e inclemencia
Por lo que les hemos visto en este torneo, se percibe que Ambriz y sus jugadores cuentan con esos kilos de humildad por los resultados obtenidos, las formas de ganar, su actitud en la cancha y las declaraciones que les hemos escuchado.
Ahora, la mezcla de la humildad futbolística deberá ser complementada con esos kilos de inclemencia para no cederle terreno a lo circunstancial y sorpresivo.
La base de este cuadro de Ambriz ya perdió en dos Liguillas y hoy se mira de nueva cuenta al frente con un líder en la cancha al que todos siguen, un técnico que sabe que frente a él tiene una oportunidad de oro y una afición que lanzará su vibra desde casa.
Para esta Liguilla, unos kilos de humildad y muchos más de inclemencia.
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