Pocos lo han visto llorar, conmover a uno de los más grandes ídolos Esmeraldas como Milton Queiroz “Tita”, parece imposible, y más, cuando su personalidad es la de un hombre lleno de alegría y pasión por el futbol.

Y es que las ganas de salir adelante, el corazón que pone a su negocio de hamburguesas “Fiera Burger” y su gran amor por la familia, hicieron que el joven, Luis Andrés Juárez Aguirre, emocionara hasta las lágrimas al histórico goleador del Club León.

Producto de una intensa batalla contra el cáncer, Juárez Aguirre, de 33 años, tuvo que sacrificar su pierna derecha y a pesar de ser un duro golpe en su vida, optó por no rendirse y demostrarle al mundo, que cuenta con un verdadero “corazón de león” que lo hace superarse día a día.

Fue la sorpresa de su vida y la mejor

Pasado el mediodía del jueves, “Tita” bajó de su coche, mismo que estacionó apenas unos metros delante de la casa de los Juárez para bajar y conocer al que en confianza es cariñosamente apodado como “El Inmortal“.

Sencillo como siempre ha sido, el mítico casaca “10” de la Fiera, fue identificado de inmediato por los vecinos en el tradicional San Miguel y no dudaron en abordarlo ya que el ídolo de las masas verdiblancas estaba de visita en el corazón del barrio.  

Fotografía: Omar G. Ramírez.

Entonces llegó al domicilio número 126 de la calle Río Fuerte y se encontró con un joven que, acompañado de su familia, portaba orgulloso la playera del León, se trataba de Andrés, que con una sonrisa enorme y ojos llenos de ilusión le dio la bienvenida a su máximo ídolo.

Tras cerca de 10 minutos de una íntima charla, “Tita” tomó la palabra ante los presentes y conforme fue hablando no tuvo otra opción, más que dejarse llevar por la emoción hasta que sus ojos se llenaron de lágrimas:

Decidimos juntos venir para darle un abrazo, sabemos que vive un momento difícil y venimos para dar fuerza, cariño, amistad y compartir un poco de alegría con él”.




Luego de hablar con el corazón en la mano, regresó hasta donde se encontraba su coche, abrió la puerta y del interior sacó una caja con la playera edición especial de la Fiera, misma que entregó al joven quien no dudó en abrazarlo para hacerle ver su gratitud y felicidad.

“No cambies nunca Tita”, le gritaban, “No pierdas nunca tu forma de ser”, le decían a distancia y es que, sin duda, pocos jugadores o exjugadores han logrado tener un verdadero imán con aquellos que a pesar de las dificultades nunca dejan de apoyar.

Fotografía: Omar G. Ramírez.

Me quedo muy feliz, hasta me emocioné, porque estos son momentos que valen la pena, son momentos que vale ser una persona pública y traer un poquito de consuelo, amistad y dar un abrazo a estas personas”, reafirmó “Tita” quien volvió a emocionarse hasta el llanto.

Así se gestó el sueño

Fue el propio Luis Andrés quien detalló cómo fue que pudo ver a su figura favorita en la puerta de su hogar:

Me marcó Tita, me dijo quiero conocerte, quiero saludarte, es mi ídolo de siempre, la Fiera siempre estará ahí presente”.

Teniendo como fondo la plancha donde cocina en su negocio., mencionó: “Le agradezco que se de el tiempo porque es uno de los más grandes ídolos de la afición, difícilmente va a llegar alguien a desplazarlo”.

Luchando contra la enfermedad desde los seis años, finalmente y con un semblante por demás optimista, mencionó: “Siempre ha sido motivante (luchar contra su enfermedad) con el apoyo de los amigos, familiares y ahora estoy más (con su visita)”.

Fotografía: Omar G. Ramírez.

Y así con la sonrisa de “oreja a oreja” en su rostro, Luis Andrés quiso despedir a su ídolo pidiéndole un último autógrafo en la fachada de su casa, misma que sirve para montar su negocio del cual dijo se inspiró en el equipo de sus amores para poder echarlo a andar.

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Leonés de nacimiento, adoptado por San Luis Potosí y ahora de regreso a la ciudad. Tuve la fortuna de cubrir la final por el ascenso en 2012, la sexta y séptima estrella logradas por Matosas, aunque...