La historia del Club León se ha mantenido arraigada con el pasar de los años, esto gracias a un cúmulo de delanteros que enaltecieron a la institución a grados inimaginables por su sorprendente olfato goleador.
Hay artilleros que se recuerdan como un auténtico peligro en área rival y uno de ellos es el argentino Roberto Marcelo Salomone, quien durante seis años en el cuadro panza verde, logró hacerse de un nombre de leyenda.
Potente y aguerrido, simplemente una auténtica máquina de hacer goles que comandó una camada tremenda de futbolistas argentinos en los años 70.
Los inicios del goleador del Club León
Con apenas 16 años de edad, el futuro que se vislumbraba en la carrera de Somonale era ya promisorio, y es que tras pasar por varios clubes a nivel amateur, el artillero tuvo la oportunidad de pasar por equipos como Club Atlético Atlanta y Racing Club, siendo en este último donde se forjó como ídolo antes de venir a México.
Un triplete memorable en octubre de 1968 con La Academia ante Independiente en el Clásico de Avellaneda fue suficiente para entrar en el corazón de los aficionados.
Antes de aterrizar en la capital del zapato, Salomone pudo jugar la Copa Libertadores, despidiéndose de su país natal para comenzar a escribir su leyenda con letras de oro en el Club León.
Su llegada al León
El delantero argentino arribó a León al comienzo de la temporada 1970-71, llegando a un equipo que ya había logrado éxitos con la obtención de la Copa México al superar a los Cañeros del Zacatepec en una tanda de penales agónica donde los panzas verdes se impusieron 10-9.
Además lograron el Campeón de Campeones ante las Águilas del América, a quienes derrotaron apenas por la mínima con gol de Luis Estrada en un pletórico Estadio Azteca.
Dirigidos por Antonio "La Tota" Carbajaltoda una institución en el futbol mexicano, tendría una primera temporada para el recuerdo donde, desde el primer encuentro, comenzó a escribir una historia memorable vestido de esmeralda.
Su histórico primer torneo
La primera temporada de Salomone en León fue fantástica con una cosecha de 17 goles en 34 fechas disputadas, cifras que lo catapultaron como máximo goleador del equipo en la temporada, aunque sin correr la misma suerte en la tabla de goleo general, pues Enrique Borja se coronó como máximo artillero con 26 anotaciones.
Al final, los esmeraldas no pudieron clasificar a la fase final del torneo, esto tras quedar ubicados como cuarto lugar del Grupo A con 35 puntos sumados, y es que el sistema de competencia sólo admitía cuatro equipos clasificados, admitiendo dos por cada grupo, por lo que se disputaban las Semifinales y la Gran Final.
Sin embargo, pudieron lograr lel bicampeonato de la Copa México en la temporada 1971-72, donde, una vez más, derrotaron a los Cañeros del Zacatepec para quedarse con el título al quedar cimbrados como líderes generales dentro de un sistema bastante peculiar.
Y, por si fuera poco, también lograron el Campeón de Campeones ante Cruz Azul, esto luego de un empate 0-0 que se alargó hasta los penales, instancia en la que León triunfó 3-2.
El partido que lo catapultó como leyenda
Era la última fecha del certamen y se enfrentaban dos equipos rezagados en la lucha por los playoffs: León y Torreón en la jornada 34 de la temporada regular. ¿El escenario? El Estadio Nou Camp.
Cuando el juez central dictaminó el arranque del encuentro, era inimaginable el final de este, pues se consumó la segunda máxima goleada en la historia del futbol mexicano donde los esmeraldas destrozaron a su rival 11-3 un domingo 18 de junio de 1972.
Lo sorprendente no fue sólo la goleada, sino los siete vitoreos de gol que provocó con sus botines Roberto Salomone, quien se destapó como un auténtico goleador felino ante el rival coahuilense.
"De la hinchada del León la recuerdo como lo máximo, sobre todo aquella vez que hice siete goles, fue algo maravilloso porque cantaron conmigo cada uno de los goles y sinceramente lo digo, no lo olvido jamás", comentó hace par de años para este portal Soy Fiera.
Así comenzó a escribirse la leyenda del argentino, el cual fue el protagonista ofensivo de una base argentina que contaba con hombres como Rafael Albrecht (Q.E.P.D), Juan José Valiente (Q.E.P.D) y Jorge Davino.
El subcampeonato en su segunda temporada
Continuando con los Verdes en su segundo torneo largo (1972-73), Salomone volvió a ser uno de los principales referentes del equipo guanajuatense con sus 11 anotaciones en una fase regular de 34 jornadas disputadas.
La Fiera quedó como súper líder con 44 puntos, empatado en unidades con los Rojinegros del Atlas, a quienes les afectó la diferencia de goles para quedar como segundo lugar del grupo llamado Juan Carreño, esto en memoria del legendario jugador autor del primer gol de México en Mundiales.
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Los dos mejores de cada grupo avanzaron a las semifinales donde los esmeraldas eliminaron al Atlético Español con doblete de "La Liebre", para avanzar a la final y toparse con la Máquina de la Cruz Azul.
Fue una serie tan cerrada que, tras dos partidos con empate a una anotación, se tuvo que definir en un tercer duelo de desempate, en el cual perdieron los Verdes en tiempo extra por 2-1, siendo Salomone el autor de ese solitario gol.
Lo plausible de esta temporada es que, tras el despido de Antonio Carbajal como domador, el zaguero Rafael Albrecht (Q.E.P.D) fungió como jugador y técnico al mismo tiempo, faltando solamente el título para coronar lo que hubiera sido una proeza gigantesca.
Su segundo y último subcampeonato
Llegó una temporada 1973-74 donde los verdiblancos no pudieron clasificar a la fase final, pero aún con ello, Salomone cosechó 18 anotaciones en su cuenta personal, llegando a la 74-75 donde arrasaron en su grupo con 51 puntos en 38 partidos.
Fue una auténtica máquina goleadora con 70 goles encajados, de los cuales, 19 fueron obra del artillero argentino.
Quizás el punto más fuente del cuadro leonés fue la dirección técnica, pues fueron comandados por el legendario uruguayo Washington Etchamendi.
En un formato bastante extraño de todos contra todos en la Liguilla, León no pudo campeonar con siete puntos que lo hicieron acreedor del segundo lugar, producto de tres duelos ganados, uno empatado y dos perdidos.
Sólo un punto fue la diferencia con el campeón Toluca, quedándose cerca, una vez más, de poder levantar el tan ansiado título de liga que, lamentablemente, jamás llegó para el delantero de Mendoza, Argentina.
Sus últimos dos torneos
Sólo dos campañas más duró Salomone en el cuadro del Bajío, en los cuales no jugó ninguna Liguilla, pero eso no le impidió seguir cosechando anotaciones ya que en la 75-76 logró 16 y en la 76-77, su última temporada como jugador leonés, alcanzó la cifra de nueve.
Algo peculiar en su última temporada es la doble función que ejerció en el equipo, esto al sentarse en el banquillo para complementar una peculiar tripleta de técnicos, siendo Sergio Anaya y Agustín Santillán los dos restantes.
¿Qué pasó después en la carrera de Roberto Salomone?
Salomone regresó a su país natal para jugar en Ferrocarril Oeste y San Martín de Tucumán, además de tener una aventura en el futbol colombiano con el Deportivo Cúcuta.
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Su retiro se dio en 1980, dejando un legado imborrable en la institución esmeralda que lo recuerda con inmenso cariño.
La leyenda de la "Saeta Rubia"
En total, fueron 104 los gritos de gol que causó Roberto Marcelo Salomone, convirtiendo 90 ocasiones en duelos de liga, cinco de liguilla y nueve más en la ya extinta Copa México.
Estos números lo tienen ubicado en el cuarto lugar de los mejores anotadores de todos los tiempos en la historia del Club León, por debajo de hombres como Marco Aurelio que cosechó 108; Mauro Boselli que anotó 130 veces y el eterno Adalberto "Dumbo" López, quien con 136, es el máximo goleador en los 77 años de vida del Club León.
¿Cómo recuerdas a Roberto Salomone defendiendo la casaca verdiblanca?