Lo que debes saber:
El empate ante Atlas deja al León con la obligación de tocar la perfección, algo que no es precisamente su mayor virtud.
El problema de perder está por lo pronto en el olvido. Ya son cinco juegos sin tropiezo para el León.
El problema de no poder ganar el juego importante es el que sigue preocupando.
Sumó una unidad más en el torneo, pero dejó ir otras dos que, a estas alturas del campeonato, ya duelen en serio.
El análisis del León Vs Atlas
Eduardo Berizzo se la jugó con el mismo cuadro de los dos anteriores duelos. Fue el mismo en nombres, pero no en la intensidad ni en la intención para ofender.
Atlas vino al Glorioso en plan de equipo oportunista, por momentos se animó a adelantar líneas, aunque estuvo más a la espera de una Fiera que esta vez careció de profundidad.

Stiven Mendoza y Luciano Cabral quizá sean los que se salven de la crítica incisiva, pero en términos generales el equipo leonés nunca se impuso ante los Zorros, cayeron en la dinámica de un cuadro visitante que se plantó a no perder.
Diego Hernández esta vez no pesó para poder generar jugadas más efectivas. En Jhonder Cádiz fue más esfuerzo físico que contundencia.
Esta vez no hubo emociones en un partido hasta con tintes de aburrimiento.
En pocas palabras, nos recordaron las grandes limitantes que tiene este plantel.
León debe mejorar
Atlas salió satisfecho con el empate, es más, lo firmaba desde antes de saltar a la cancha. El León no se podía dar ese lujo y no vimos una pizca de riesgo para ir por el triunfo.
Faltó la fiereza en titulares y en los relevos, eran los Esmeraldas quienes tenían la obligación de ir por más, de tirarse a matar.
Matemáticamente todavía hay vida a falta de cuatro partidos, aunque prácticamente el León está obligado a ser perfecto y sabemos que este León no lo es.
Reflexivamente, hoy persiste la sensación de que el esfuerzo no le alcanzará al felino esmeralda.
@geraslugo en X
