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Los jugadores de Toros Neza llegaban al campo con máscaras, que iban desde expresidentes de México hasta personajes fantásticos Credit: MexSport

Hoy es viernes y lo mejor de todo que es Viernes de Orgullo Esmeralda, día perfecto para recordar ídolos y pasajes de la rica historia del Club León.

El Invierno de 1997 fue de una euforia muy especial. La Fiera de Carlos Reinoso tenía cautiva a toda la afición esmeralda por la emoción de un superliderato que se forjó a lo largo del torneo regular mediante un trabuco que tenía nombres como el de Comizzo, Prátola, Turribiates, Begines, Missael y Medford.

Llegó la Liguilla y la Fiera abrió fuego como visitante en el Neza 86 frente a los Toros que dirigía Manuel Manzo. Efectivamente, aquel Toros Neza que saltaba al campo con máscaras de expresidentes, personajes del cine de terror, caricaturas y demás.

El 20 de noviembre de ese año se dio el duelo de Ida de los Cuartos de Final entre estos dos cuadros. El partido se tornó reñido ante una afición brava entregada a los colores rojo y blanco.

El Pony Ruiz abrió el marcador pasados los 20 minutos de juego, evadiendo la salida de Comizzo para después enviar al fondo de las redes.

Los Esmeraldas lograron emparejar el dominio de la pelota, pero no el marcador que terminó con el 1-0 a favor de los nezahualcoyotlenses.

Aunque el condimento especial en este choque no era precisamente lo que 22 gladiadores pudieran combatir en la cancha, sino por la guerra mediática que se había desatado con acusaciones como la que Manzo expresó de que Reinoso había enviado a sexoservidoras al hotel de concentración para distraer a sus jugadores.

Al final del encuentro de Ida, estábamos afuera del vestidor visitante cuando de pronto Reinoso salió corriendo. Reaccionamos detrás del timonel que llegó al área donde tomaban las muestras para el antidoping.

Tocó la puerta y en cuanto la abrieron pudimos ver al “Turco” con una botellita de agua en mano, ataviado con playera blanca y gorra roja.

Reinoso le lanzó, más que una pregunta, un dardo al astro argentino: “¿A qué le temes, Gordito?”.

El timonel de la Fiera había recibido el pitazo de que Mohamed no podía dejar la muestra de orina.

¿A qué le temes, Gordito?”, insistió el “Maestro”, a lo que Mohamed comenzó a gritarle hasta no aguantarse más y se abalanzó sobre el chileno.

Si no es porque el chaparrito Cristóbal Ortega se interpuso entre ambos, eso hubiera llegado a mayores. Jaloneos y golpes al aire quedaron como evidencia de una nota morbosa que calentó aún más el duelo.

Ante los medios, Reinoso se defendió manifestando su respeto hacia todo el mundo, mientras que el “Turco” dijo que estaba deshidratado y por eso le era difícil hacer pipí.

Para el partido de Vuelta, el Glorioso fue un hervidero. En un duelazo, la Fiera ganó 6-3 y avanzó a las semifinales de un torneo que, por el calor de la pasión, de Invierno no tuvo nada.

Con 25 años de carrera, ha vivido con el futbol desde la cuna, ya fuera con el Unión de Curtidores o con el Club León. Sabe encontrar el punto fino en cada juego y en cada movimiento de una Fiera a...