El Club León de Gustavo Matosas dejó huella en el futbol mexicano y no sólo por sus títulos, sino por su estilo de ataque y esfuerzo incesantes.
Según cuenta Edwin “El Aris” Hernández, cuando León ascendió, en 2012, hasta los federativos se sorprendieron por el ritmo de aquel equipo y ordenaron exámenes antidopaje para todos los jugadores.
“Llegó un momento que me acuerdo que saliendo de entrenar llegaron a hacer el antidoping, llegó el doping de la Federación”, contó Hernández en entrevista con David Medrano.
“El Aris” fue el lateral izquierdo titular en el cuadro de Gustavo Matosas desde el ascenso en el Clausura 2012, se quedó en las primeras campañas ya en Liga MX y brilló en el bicampeonato del Apertura 2012 y Clausura 2014.
Según recuerda, los jugadores se sorprendieron al ver al personal que fue a aplicarles los exámenes antidopaje en la Casa Club, por el rumbo de Santa Ana, al sur de la ciudad. No era normal que se dieron ese tipo de pruebas fuera de los partidos.
“¿Por qué fue eso? Si normalmente te hacen el doping al final del partido, ¿Por qué te lo tienen que hacer en un entrenamiento? Todos salieron normales y no sabían por qué corríamos tanto y era porque teníamos hambre de triunfo, porque todos los que habíamos ascendido traíamos esa espina de ascender, por eso es que el equipo no dejaba de correr”.
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Los héroes del ascenso
Y es que la mayor parte de esa plantilla del Apertura 2012 había ganado el ascenso unos meses antes, con varios elementos que querían revancha en Primera División y otros que llegaban para mostrar su calidad, aprovechando además el estilo exigido por Gustavo Matosas.
“Él (Matosas) se casó con los que ascendimos, dijo que sí iba a traer unos refuerzos y llegaron Magallón, Britos y otros, pero dijo que prácticamente con los mimos iba a jugar y obviamente sí era válido dudar, porque no todos los equipos que han llegado del ascenso han rendido igual”.
Edwin Hernández recuerda que desde los entrenamientos, Matosas exigía correr sin parar y no se conformaba con ganar 1-0.
“Plantel había y traíamos una inercia de jugar rápido porque Matosas en la ascenso decía que así fuéramos ganando, siguiéramos atacando y que si nos hacía dos goles, metiéramos tres y así se veía, que íbamos ganando por cuatro y seguíamos atacando”, añadió el lateral.
En aquel torneo, León avanzó sorpresivamente a la Liguilla y se coló hasta semifinales. Hernández recuerda que se sentían capaces de ser campeones, pero les pesó el cansancio acumulado en un semestre casi sin parar. En la siguiente campaña no pudieron clasificar, pero luego ligaron títulos de Primera División, algo que sólo han hecho tres clubes en los últimos 25 años.
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