La noche no terminó en un desastre total y eso fue gracias al amor propio que sacaron a flote algunos jugadores del León.
Específicamente hablamos de Guardado, Fonseca y Echeverría.
Fue el “Principito” quien sacó la casta, mientras que charrúa y chileno le secundaron justo cuando había que aferrarse a la vida recuperando terreno y posesión.
Ahora sí, debemos reconocerle a Andrés Guardado su esfuerzo, su toque, las veces que se postró sobre la meta cruzazulina y hasta esos momentos en los que metió presión al silbante.

Del amor propio y la vergüenza deportiva podemos hablar mucho, porque de lo futbolístico el León volvió a carecer de recursos ofensivos y defensivos, más de estos últimos que fueron casi nulos cada vez que el Cruz Azul se acercó a la meta de Óscar Jiménez.
Los Celestes llegaron poco y con poco se llevaron la ventaja. La Fiera salió del partido de ida con un 3-2 en contra que lo pone contra las cuerdas.
Faltan 90
Faltan 90 minutos y en estos todo puede pasar, aunque para salir avante, Eduardo Berizzo tendría que plantear el partido de vuelta más a proponer que a recomponer.
Esto, porque el “Toto” se vio en la necesidad de modificar el planteamiento que elaboró durante días y que se desmoronó en los cinco minutos que aprovechó La Máquina para anotar dos goles y manejar los tiempos del partido.
La duda del millón está en los motivos que tiene el domador para jugar sin un delantero natural y poniendo a jugadores en posiciones que son para ellos antinaturales, como es el caso de Iván Moreno, un tipo que por el centro se pierde y por la banda en verdad que influye.
Cada vez que la Fiera daba visos de una reacción, fue la misma Fiera la que se acuchilló con errores defensivos y de concentración.
La roja de Adonis Frías solo reafirma que el argentino juega en las tinieblas, si no es por una lesión, es por una expulsión lo que impide que sea ese zaguero que nos cautivó en sus inicios como esmeralda.
Esa roja imposibilitó que el León buscara algo más que acercarse en el marcador.
Para la vuelta se tendrá el regreso de James Rodríguez, del que se ocupa su magia y que se eche al equipo a hombros para encontrar el par de goles que se ocupan para avanzar a las semifinales.
El domingo en el Olímpico Universitario, la Fiera tiene que ir más allá del esfuerzo físico porque eso se lo aplaudiremos siempre, pero si no ofenden de manera contundente, la eliminación será igual de lamentable.
@geraslugo en X
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