Hoy es viernes y, lo mejor de todo, es Viernes de Orgullo Esmeralda, un día perfecto para recordar pasajes e ídolos de la rica historia del Club León.
Nada como un debut de ensueño ante tu afición. Así le ocurrió a Ignacio Ramírez.
Quizá este nombre no sea uno de los más mediáticos en la historia del Club León, aunque para los que conocimos a Nachito o “Narato”, como le decíamos, supimos de la calidad y de la enjundia que impregnaba en la cancha cuando se ponía los tachones.
En 1972 ingresó a las reservas en el Club León y un año después fue ascendido al primer equipo. Eran tiempos del “generalísimo” Gomes Nogueira, un técnico que no se andaba con medias tintas.
El domingo 29 de julio de 1973, el León recibió al Monterrey. Nacho Ramírez estaba a dos días de cumplir los 21 años de edad.
A Gomes Nogueira no le gustó para nada el accionar de José “Cocodrilo” Valdez una jornada antes, por lo que decidió relevarlo, dándole lugar al debut de un novato.
“Narato” aprovechó la oportunidad. Se ubicó como extremo derecho, de aquellos que tenían la antigua encomienda de desbordar, llegar a línea de fondo y centrar.
El Glorioso esmeralda explotó ovacionándolo
Al minuto 13, Nacho fue derribado dentro del área por Víctor Imperial, zaguero de la Pandilla norteña, provocando el penalti que cobró de forma magistral Rafael Albretch.
Pero fue en la segunda parte donde Nacho Ramírez generó una apoteosis en la afición leonesa. Minuto 60, Jorge Davino habilitó a “Narato”, quien quitándose rivales taladró hasta el área del Monterrey. Su disparo fue rechazado por el portero “El Chango” Ledezma y al quedar el balón en el aire, Ramírez se alzó para rematar de chilena y anotar un gol espectacular. Todos en el Glorioso esmeralda se pusieron de pie ovacionándolo.
León ganó 2-0, una tarde redonda. Al salir del estadio después del partido, a “Narato” lo esperaba una buena multitud que se acercó para abrazarlo y para pedirle el autógrafo del recuerdo cual ídolo de barrio, de esos que hace muchos años eran admirados y respetados por el pueblo.
Después de vestir la playera esmeralda, Nacho Ramírez también se puso la del Unión de Curtidores en el primer año de este equipo en la Primera División. Tiempo después jugó para el Morelia y Tampico y regresó a León con Cachorros.
Ignacio Ramírez, nuestro querido “Narato”, nos dejó el pasado 23 de junio en una noticia que causó tristeza entre el círculo de veteranos del León y Unión de Curtidores, así como a quienes siempre nos saludó con alegría y buen ánimo.
Hoy honramos su memoria y el cariño que le manifestó a los colores de los equipos de esta ciudad. Nacho Ramírez, “Narato”, un orgullo esmeralda.
@geraslugo en X
